lunes, febrero 27, 2017

Kyoko bunshin no jitsu!!

Skip Beat! 244 - Monstruo no muerto

Que grandísima pena es que Skip Beat! no se centre más en la carrera artística de Kyoko... es un shojo, todos lo sabemos, la serie tiene como eje el romance y tiene que desarrollarlo y todo eso, pero esta parte se ha alargado ya hasta lo indecible y muestra un agotamiento increíble, y la comedia funciona de mala manera, y los secundarios de sagas anteriores aparecen y un lector normal no tiene ni ganas de intentar recordar quienes eran o que hacían. Este manga, como he mencionado ya muchas veces, hace mucho que tristemente tenía que haber acabado y se está eternizando con un desarrollo de la trama demasiado lento. Y tiene sus momentos, porque por ejemplo la trama de la madre estuvo bien... pero cuando este manga brilla es cuando se olvida del romance y se centra en la Kyoko actriz, porque la comedia funciona mejor, y porque sencillamente Kyoko destila un carisma y un estilo impresionante cuando actúa y pasa de chica simpática y tontorrona entrañable a ser la definición de la enciclopedia británica de "la puta ama".
Y han pasado muchos capítulos desde Natsu (aquello fue poco después del centenar de capítulos, con lo que hablamos de medio manga, 100 entregas en una serie quincenal, mucho tiempo en el que sólo tuvimos esa cosa rara y enfermiza de los Cain Brothers), pero por fin la gran Kyoko actriz ha vuelto por la puerta grande para patear culos de directores snoobs y elitistas con su desbordante fuerza en pantalla. 

viernes, febrero 24, 2017

Eterno y referencial paseo

Project X Zone 2: Brave new world

"La aparición de unos zombies al amparo de unas misteriosas cadenas doradas lleva a Chris Redfield y Jill Valentine a Kamurocho, donde han de unir fuerzas con un par de yakuzas y unos miembros del clan Mishima... en inferioridad numérica se verán obligados a huir a las alcantarillas en compañía de un abogado de impecable traje azul, pelo puntiagudo y pasante medium... y ello les llevará al reino de Makai, donde una súcubo y un vampiro se unirán a ellos para hacer frente a unos enemigos cada más numerosos y variados..."
Sobra decir que el argumento es una soberana estupidez que de alguna forma intenta justificar que personajes de diferentes mundos, dimensiones y líneas temporales se unan, porque obviamente no habría argumento que pudiera unir a Dante de "Devil May Cry" con Ulala de "Space Channel 5"... o rizando el rizo a los protagonistas del Resident 1 con los del 6 en una misma época. Pero, como he dicho, es obvio que esto no importa. El juego es un festival de fanservice de personajes de Namco, Capcom y Sega (con la puntual invitación de Fiora de Xenoblade y Chrom y Lucina de Fire Emblem), un gigantesco crossover donde las referencias a los juegos de estos personajes no acaban nunca y donde el humor esta siempre presente habida cuenta del potencial de poner frente a si a muchos personajes similares o diametralmente opuestos (el juego no se limita a referenciar los juegos de los personajes, además de referencias en música o items a otros juegos de las compañías, llegamos a ver menciones a otros juegos e incluso alguna surreal mención a algún anime o manga). Es un juego absurdamente japo donde el juego en si es lo de menos, donde la gracia es ver a 4 o 5 ninjas de juegos distintos hablar entre si, a todas las tías hablar sobre los motivos por los que llevan poca ropa... o en general a un puñado de personajes romper la cuarta pared. Hay unos 60 personajes jugables (aunque esto tiene trampa, ya que la mayoría forman duplas inseparables), y varios enemigos míticos también de sus sagas... la banda sonara incluye numerosos temas clásicos y es digna de compararse con la de todo un Smash, y para rematar el juego incluye hasta una enciclopedia. Es imposible llegar a comprender y entender todo el frikismo que alcanza este juego en cada uno de sus detalles en sus miles de líneas de diálogo (un juego que además nos ha llegado completamente traducido).
Ahora bien, habiéndolo disfrutado mucho, y siendo el juego todo un regalo para cierto tipo de público. No lo puedo recomendar. Sí, si a uno le gustan los videojuegos japoneses, sólo por ver a Segata Sanshiro repartiendo hostias a un villano de la saga Tales con el tema de la película animada de Street Fighter... a ese uno le gustará este juego. El problema es que sólo le gustará a ese uno. Es un juego que vive por completo de su contenido, del cariño que destila hacia su contenido... pero fuera de eso, no es un juego especialmente recomendable.
El juego es un juego de rol estratégico, tipo "Fire Emblem". Tenemos un escenario, normalmente una cuadrícula pequeña con algún que otro elemento dañino ocasional, y tenemos que aprovechar nuestro turno para atacar a los enemigos. Ocasionalmente podemos encontrar algún condicionante tipo "derrotar a X personaje antes de Y turnos" -y curiosamente es cuando mejor funciona el juego, o cuando más te obliga a pensar tus estrategias-, pero la mecánica de la inmensa mayoría de los niveles es muy sencilla, y ello unido a la baja dificultad del juego hacia que apenas constituya un reto. Los enfrentamientos son dinámicos, pudiendo seleccionar nuestros movimientos ante un enemigo pasivo (pero protegido por una férrea guardia), y hay muchos ataques y habilidades que se van desbloqueando y que podemos potenciar o configurar en base a nuestros puntos de experiencia; este tipo de batallas pueden parecer un acierto y darle espectacularidad al juego, pero acaban siendo machacabotones y restan muchísima agilidad a las partidas, haciendo demasiado largas las fases. La parametrización de los personajes, unida a la de la equipación y a las propias posibilidades de configurar nuestros grupos de batalla proporcionan muchas posibilidades de ataque, pero la dificultad del juego por defecto es bastante baja y no nos exigirá exprimir apenas el complejo y trabajado sistema de lucha (que incluye varios tipos de puntos). Una vez concluido el juego se desbloquean más niveles de dificultad que seguramente expriman más las posibilidades jugables del juego y muestren todo su potencial, pero el juego es largo (40-50 horas), y una vez acabado, y siendo tan plano su desarrollo, creo que no es muy rejugable.
Técnicamente el juego no pide mucho a la siempre infrautilizada 3DS. Los controles son sencillos más allá de la absurda cantidad de datos y opciones de cada luchador, y visualmente tenemos unos escenarios sencillos con unos sprites aún más sencillos que se mueven sobre ellos con unas animaciones retro tipo 8-bit. En batalla las animaciones son mejores y convierten cada ataque en un festival de guiños a sus sagas. Técnicamente no es un juego que destaque, aunque eso es algo obvio teniendo en cuenta que se trata de un juego de perfíl bajo y centrado en el autohomenaje y la parodia simpática... el dinero de la producción de este juego se ha ido a la legión de abogados que han negociado los derechos y las condiciones de cada personaje.
Es un juego que me ha gustado, pero yo soy un jugador muy particular y la idea me atraía mucho de primeras... pero incluso a mi, un jugador muy cómplice con la idea, este juego se me ha hecho muy largo en su segunda mitad, cuando no había ya más personajes ni escenarios que presentar y todo se convertía en una sucesión de largos fases donde habías de derrotar casi siempre a los mismos enemigos. Como digo, el juego me ha gustado, y creo que para un público determinado puede ser muy disfrutable de primeras, pero en líneas generales no me parece un buen juego como tal y no puedo recomendarlo.

martes, febrero 21, 2017

1000 palabras valen más que 1 imagen

Fune wo Amu

"Fune wo Amu" es un anime ambientando en un escenario tan poco habitual dentro de la animación japonesa como puede ser el departamento de diccionarios de una editorial. Y la serie nos narra algo tan inusual como el trabajo de un grupo de abnegados trabajadores que luchan para crear un nuevo diccionario, teniendo en contra una editorial no demasiado convencida y un trabajo en sí titánico (la serie nos muestra mucho del proceso de creación de un diccionario japonés y de la personalidad casi enciclopédica de estos, algo que creo que un occidental no podía imaginarse fácilmente).

El anime tiene algo que a muchos nos gusta; no hay chicas monas haciendo cosas monas, hay adultos haciendo cosas de adultos. La serie le da al protagonista un carácter muy introvertido y algo antisocial, y le mete un romance para dar a la serie un segundo motor, y curiosamente son estos los dos componentes que peor funcionan en la serie. El protagonista no es un mal protagonista, de hecho no cae nada mal, pero uno de los secundarios le roba todas las escenas en las que también aparece... hasta el punto de que llegado en algunos momentos la serie pivota hacia él como protagonista y alcanza entonces algunos de sus mejores momentos. Curiosamente el romance del protagonista, sin estar mal, y teniendo a una chica muy carismática, falla por sencillamente falta de tiempo; la serie apenas tiene margen para desarrollarlo y cuando comienza a hacerlo de repente mete una gran elipsis narrativa de una década. Esta estructura narrativa es algo extraña, tenemos un primer acto de unos 8 episodios que componen la presentación de los personajes y el trabajo, y después la serie salta practicamente al final de la elaboración del diccionario. Uno siente que a la serie le faltan episodios, teniendo un buen grupo de personajes con una innegable química entre ellos no vemos nada del trabajo diario de estos, así como tampoco vemos el desarrollo de un par de romances bastante potentes. 

Tecnicamente es una serie correcta, los diseños no son especialmente llamativos, como se corresponde a una serie que pretende ser seria y formal, así mismo la música tampoco destaca especialmente y el trabajo de los dobladores es sobrio. Los escenarios están muy trabajados y las animaciones también muy cuidadas, pero es en la dirección donde destaca, deteniéndose la serie en pequeños momentos o gestos de los personajes que le confieren una gran personalidad y la hacen mucho más resultona visualmente que productos con grandes escenas de acción. La naturalidad con la que se mueven los personajes está muy bien conseguida, y a ella se le suma un bonito simbolismo al imaginar los protagonistas las palabras y su significado en muchas ocasiones.
"Fune wo Amu" es un anime inusual y agradable de ver, muy recomendable para un público que este cansado de clubs de instituto o batallas con explosiones protagonizadas por chicas ligeras de ropa. Ahora bien, no deja de ser un producto algo decepcionante, el suyo es un material tan sugerente que uno piensa que podría dar para más y que no hemos visto una gran parte de la historia.

domingo, febrero 19, 2017

Despidiéndonos de Terry Pratchett

La corona del pastor

Y con esto acaba Mundodisco. Y es una despedida triste, no ya sólo por lo que esta novela significa, si no porque esta inconclusa y se hace dolorosamente patente el estado en el que el genial Pratchett se encontraba cuando escribía esta novela. Sobra decir que a un autor que se ha mostrado tan dedicado no se le puede reprochar nada, pero es una pena que su última novela sea claramente una novela inacabada, porque las ideas están ahí, pero sencillamente el cruel alzheimer se llevó al británico antes de que pudiera terminar este libro.

Es el final del Mundodisco, echo en falta a Rincenwind y a algún que otro, y verdaderamente la odisea de Tiffany contra los elfos no es una historia muy potente, pero Pratchett sabía que no le quedaba más tiempo y que tenía que acabar la saga, y el suceso que da comienzo a la saga es tan potente como inesperado, y tras él no puede haber más novelas de la saga. La pena es que tras las primeras 100 páginas, muy sentidas y muy trabajadas, todo lo que queda es apenas un borrador, un esbozo de 200 páginas que seguramente habrían engordado un centenar más conforme el escritor las fuera puliendo. Pero no es así. Tenemos un trama protagonizada por un "brujo" que podría dar mucho más de si y que se queda en nada, y los elfos y su rebelión podrían también haber desembocado en algo muy sugerente, pero nuevamente quedan en nada (y es especialmente sangrante el errático desarrollo del personaje de su reina). Y Tiffany no es santo de mi devoción, y creo que en este libro se tiene que calzar unos zapatos demasiado grandes, pero aún siendo la protagonista no se libra de numerosos párrafos donde todo sucede tan deprisa que uno piensa que se está confundiendo al leerlo. 

El libro tiene, como siempre, algunas buenas ideas, pero todo pasa de una forma demasiado precipitada. Este libro no es una novela como tal, es un borrador en el que se nota que muchas páginas están pendientes de una reescritura que las dotara de mayor densidad e ingenio.
Obviamente, nada se le puede reprochar a Pratchett, esta novela es un ejemplo de hasta que punto lo dio todo por sus libros. Solo podemos lamentar lo tristemente pronto que vino la vieja huesuda vino a secar esa pluma tan prodigiosa.

viernes, febrero 17, 2017

OPDM - 10 - Yakuza y Doctor Who

El podcast alcanza su décimo programa con un programa que inicialmente iba a ser corto pero que en un pestañeo se fue cerca de las 4 horas. 
Unas horas que se van en dos grandes temas inseparables, los videojuegos de la saga "Yakuza", y la serie -moderna- de televisión Doctor Who. Además en nuestra enciclopedia comenzamos a preparar el terreno para el "Breath of the wild" y recordamos a Togashi, que nunca está de mas.
    

Como siempre, se agradecen likes, que ayudan a dar visibilidad al podcast... y también comentarios -ya sea aquí o en Ivoox- con dudas, sugerencias u opiniones, intentaremos responder a todos ellos.

martes, febrero 14, 2017

Yuri on fire

DUELO XXV
(¡¡la batalla de los signos de exclamación!!)
Hibike! Euphonium 2 
vs
Yuri!!! on Ice

Nuevamente recurro a mi sección de duelos, ya que creo que genera reseñas más divertidas de escribir -y espero, de leer-, y porque además quizás las reseñas de estas dos series serían demasiado serias o aburridas... y luego, claro, ambas series tienen algunos puntos en común muy claros y me apetece enfrentarlas. Y para aumentar el surrealismo, lo haré con categorías que tomarán su nombre de momentos míticos de Seinfeld.

"Yada, yada, yada"


La primera Euphonium ya tenía una narrativa muy sólida, y esta continuación está a la altura. No es perfecta, pero es un ejemplo de anime muy bien dirigido. Tiene cosas mejorables como el excesivo dramatismo del arco de la flautista y la tocadora de oboes (sí, se que suena muy mal), el hecho de que las dos secundarias del grupo protagonista apenas sean importantes y, sobre todo -si bien la serie usa muy bien las elipsis narrativas normalmente- la omisión de las reacciones ante el resultado final me parece errónea a todas las luces. Pero por cada uno de estos errores hay más aciertos. Kumiko sigue siendo una gran protagonista con su aparente indiferencia y su gran naturalidad, y en esta segunda temporada explota por fin el personaje de Asuka con una buena historia. La serie sigue apelando a la competitividad y el sacrificio de este tipo de series, pero se atreve a meter los conflictos familiares que este tipo de competiciones suponen ante el riesgo de dejar de lado el futuro en pos de vanos sueños.

Los primeros episodios de Yuri on Ice son una maravilla. Adictivos como pocos, uno tiene la sensación de estar ante uno de esos animes redondos que ocasionalmente aparecen. Todo funciona en ellos. La animación es muy buena, la serie bella, la música está bien integrada, la comedia está por todas partes, hay un drama de spokon en ciernes, el carisma de los personajes es innegable... en sus primeros episodios Yuri apunta muy alto. El problema llega cuando comienzan los concursos. La idea de representar estos no es mala, y la serie intenta buscar variaciones, y nos presenta a los personajes y sus sensaciones durante sus interpretaciones. El problema es que, sencillamente, se pasa. Llegado un momento la serie se dedica a repetir el mismo esquema episodio tras episodio, y además sin que haya mucha emoción pues todo es bastante previsible. Así pues tenemos un episodio de concurso libre, y luego otro de largo... y a continuación, segundo torneo, con segundo episodio de concurso corto y segundo de largo, y luego la final, con el mismo esquema. Siendo clementes y obviando un par de concursos breves, tenemos que durante más de la mitad de su metraje la serie repite exactamente el mismo esquema, y teniendo en cuenta que además el protagonista es el mismo y que sus canciones no cambian, tenemos una serie espectacularmente repetitiva. Teniendo un grupo de protagonistas tan carismático, y funcionando tan bien la comedia de slice of life de la serie, me parece increíble que la serie renuncie voluntariamente a ella y caiga en el error de repetir continuamente este formato.

"Maestro de sus dominios"

Ambos animes gozan de una más que notable factura técnica y pretenden retratar dos mundos tan hermosos plasticamente como el del patinaje artístico y el de las bandas de música. Pero "Hibike! Euphonium 2" también gana esta batalla, aunque no por tanto margen como la anterior.
Los conciertos de Euphonium son espectaculares. No soy un experto en música, pero no dudo que cada nota está bien tocada y se corresponde con lo que vemos en pantalla (principalmente porque supongo que aquí la animación será casi por completo por ordenador y animar las notas de cada instrumento mediante ordenador será lo más lógico y fácil), pero lo importante es que música y animación están muy bien integrados, y la música se comporta como un elemento narrativo más. El quinto episodio, con una interpretación que se lleva medio episodio es una auténtica maravilla, y dramáticamente funciona a la perfección viendo como los personajes prácticamente hablan con sus instrumentos. Y el episodio que da título a la serie, con la interpretación de Asuka es otra muestra de ello, su interpretación no es espectacular o llamativa, pero sencillamente el bombardino habla más por el personaje que ella misma.
"Yuri on Ice" sorprende en un primer momento, y de hecho tiene uno de los openings más elegantes que recuerdo haber visto. El problema es que, como he comentado previamente, abusa de las interpretaciones musicales. Y, verdaderamente, uno no ve una especial sincronización muchas veces entre la música y las actuaciones, al haber tantas sólo vemos fragmentos y nos perdemos las transiciones entre muchos de estos momentos. Se abusa de algunas metáforas visuales que -dado el carácter plástico de la interpretación- no deberían ser necesarios, o deberían estar completamente integrados con las actuaciones. Además, la animación tiene algunos altibajos notables, y en ocasiones claramente se pierde la sensación de peso de los personajes y no parecen estar patinando sobre el fondo. Es un anime que puede impresionar en un primer momento, pero claramente se emborracha de si mismo hasta acabar perdiendo mucha de su fuerza visual.
Euphonium ganaría ya de por si por los conciertos (ayudada por los deméritos de Yuri), pero donde se alza con la victoria es en el día a día, con una animación exquisita por parte de Kyoani para reflejar la actitud normal de los personajes durante todo el tiempo, con unas animaciones de elementos secundarios como pelo o ropa que se suman a movimientos naturales corporales que van más allá de un dibujo estático con el rostro animado. Mappa es un estudio potente visualmente, pero Euphonium nos rescata a la mejor Kyoani e independientemente de que serie adapte mejor su campo... es muy difícil superar a Kyoani en animación. 

"Aunque no tendría nada de malo"


Yuri y yaoi, dos palabras muy sensibles de usar en el ámbito otaku y que estas dos series atesoran. Y aquí gana, de lejos "Yuri on ice". La razón es tan sencilla como que en esta serie no parece un mero factor para generar polémica o ganarse fujoshis, es parte importante de la trama. Yuri on Ice es tramposa, y apunta claramente a una relación homosexual de los dos protagonistas (y de gran parte del reparto, seamos francos) pero no termina de explotarla. Particularmente no tengo un especial interés en ver un anime abiertamente gay, más bien lo contrario (el género del BL me tira para atrás por razones más que obvias); creo que el argumento daría para un motor dramático muy potente, pero verdaderamente tampoco tiene nada malo tratarlo con una indiferencia natural. El problema que le veo a esta serie es que te lo presenta como lo más natural y cotidiano del mundo, pero no llega a dar el paso definitivo de confirmarlo y se ampara en una ambigüedad muy discutible.

Ahora bien, desde luego, mucho mejor es que lo que vemos en Euphonium, donde tenemos un yuri entendido en el peor sentido posible del manga y el anime... dos chicas que son muy amigas, que tienen una actitud muy íntima entre ellas, pero que tienen sus intereses románticos masculinos muy bien definidos. Obviamente no tengo nada contra que Reina y Kumiko sean amigas, nada contra que sean muy amigas y se cojan de la mano o tengan unos momentos de "comprensión mística" entre ellas; el problema es que claramente la serie está apelando a cierto público con todas estas escenas (incluso hay algunas frases muy surreales que es difícil interpretar), pero luego tras toda la tensión sexual claramente expone la heterosexualidad de sus dos personajes. Y luego te mete chorradas como la clásica comedia tsundere-yuri de Natsuki y Yuuko, que tiene su gracia pero que resulta algo incongruente con respecto a lo que sabíamos de estos dos personajes.
Yuri on Ice no es todo lo valiente que podría ser, pero Euphonium es claramente un anime cobarde en este sentido que sólo busca contentar a un público determinado. 

Así pues, con una serie que venía de muy alto y que logra mantener el nivel, y con otra que apuntaba muy bien pero que se perdió en un bucle de anodinas repeticiones dignas del Agosto Infinito de Haruhi... la victoria claramente es para Hibike! Euphonium 2 en este particular duelo.


domingo, febrero 12, 2017

La virtud de lo imprevisible...

One Piece 855 - "ruido de tripas"

Lo curioso de esta saga es que, verdaderamente, no ha habido ninguna como esta antes. Siempre ha habido un enemigo al final de todo, quizás no lo había en Marineford o Impel Down, pero ahí teníamos el tiempo como enemigo. No en Totland. No es una saga corta como pudo serlo Shabody, y desde luego no es una saga cómica como la Davy Day Figth. Es una saga en una isla, con tropocientos personajes, con mucha carga dramática y con toda una Emperadora de por medio.

Y ya está resuelta.

La boda parece inevitable, creo que es algo que todos hemos dado por hecho desde el principio. Luffy tiene que ver a Big Mom... y no hay mejor manera de presentarse que reventando ese pastel con la que la buena de Linlin tanto parece soñar. Pero ahora mismo no parece necesario. Sanji ya parece haber recuperado su cordura y se ha reencontrado con Luffy; y el resto de la banda se ha reunido a salvo, y tiene las copias de los fonegrifos. Hay asignaturas pendientes naturalmente, la amenaza de Big Mom sobre los conocidos de Sanji debería seguir presente, pero verdaderamente la Emperatriz ya tiene lo que quería y la boda no pasaba de ser una mera formalidad... aunque habría nuevos problemas como el hecho de que Big Mom podría haberse encaprichado de Brook, o podría también enfurecerse mucho caso de descubrir que la banda ha conseguido unas copias de los fonegrifos (pero para eso tendría que saberlo, y habida cuenta de lo que le pasó a Gelatto y de como se ha callado Opera, no se si sería muy prudente por parte de Brulee revelar que los Sombrero de Paja se han valido de su habilidad para salir con vida de todas sus peleas, robar los fonegrifos y corretear por toda la isla... como ya hemos visto varias veces en estos últimos capítulos, la mayor enemiga de la banda de Big Mom es la propia Big Mom). Verdaderamente la saga podría acabar ya. No acabará, claro, la boda sigue siendo una tentación muy grande con esa tarta, ese Tamatebako o esa gran escena que Sanji necesita; y puede que sólo Reiju merezca la salvación, pero los Vinsmoke están en esta saga para algo... e incluso a las malas habría que recordar que seguimos teniendo a Pekoms y Caesar Clown por ahí. Así pues, Oda se encuentra ahora ante una situación tan inusual como tener que "estropearlo" todo; la banda ha salido con vida de una situación muy peligrosa, han sobrevivido a importantes batallas e incluso se han metido en el dormitorio de Big Mom en una surreal escena (dice mucho de la serie que Oda haya podido recurrir al humor para solventar escenarios muy complicados en esta saga).

Bobin parece ser la solución al problema. Siendo el único personaje que se presentó junto a Big Mom en la primera aparición de esta (junto a Pudding, cuya relevancia está fuera de toda duda), y habiéndose mostrado siempre como un personaje muy particular... el hecho de que ahora tenga una recompensa tan baja no hace si no hacerlo más inquietante aún (en mi ranking de personajes inquietantes sólo estaría por detrás de Lafitte). Ahora bien, por muy debilitado que se encuentre Luffy, el que Bobin pueda derrotarlo a él y a Sanji parece excesivo... más cuando el cocinero necesita con urgencia un combate redentor (a efectos prácticos su último gran combate fue contra... ¿Absalon?, ni siquiera derrotó a un tritón o a un Pacifista en solitario... y ante la familia de Doflamingo sólo sufrió honrosas derrotas).

El escenario es cuanto menos curioso. Esta es una saga inusual, una saga principal en la que no se derrotará al gran enemigo, una saga de "toma el dinero y corre"... y ya han tomado el dinero. Es una saga en la que Oda está no tiene que llegar a un determinado punto como si tendrá que hacer en Wano con Kaidoh y sus tres calamidades, y esta ausencia de dramatismo le ha permitido a Oda jugar con la comedia más aún de lo normal... y esto se traduce en una capacidad increíble de la saga para mutar sobre si misma y cambiar drasticamente de un episodio a otro. Hace unos pocos episodios todo parecía extremadamente complicado para la banda; ahora todo parece peligrosamente resuelto para ellos... y por ello mismo parece inevitable que en un par de episodios todo vuelva a parecer perdido para los protagonistas. Y esta imprevisibilitud actual del manga hace la espera para cada nuevo capítulo tremendamente divertida; normalmente las historias ganan cuando se leen de continuo y, sobre todo, cuando se escriben de continuo, cuando el escritor tiene margen para contar y desarrollar sus tramas con el ritmo que estas requieren; el tener que dividir periódicamente la historia, el tener que cortar cada X páginas para conformar un capítulo que ha de tener su principio y su final es un problema para la mayoría de las series... pero no suele ser así para Oda y capítulos como este lo demuestran, porque esos siete días en los que los fans podemos montarnos nuestras teorías locas, esos momentos en los que ves que tu suposición se hace cierta como esos planos en la calavera o en los que descubres que no podías estar más alejado de la realidad con tu idea (incluso si el desarrollo final no termina de convencerte)... esos días y esas discusiones entre fans son un regalo y la gran virtud del género del folletín.  

viernes, febrero 10, 2017

Animación para adultos

Hace unos años me vi los primeros de Rick y Morty cuando estrenaron la serie; me gustaron bastante, pero no seguí la serie porque sencillamente no suelo ver la tele demasiado y los horarios eran muy malos. Pero en Netflix me encontré la grata sorpresa de encontrar la serie, y junto a ella otros muy buenos exponentes de la animación americana para adultos.

Archer

"Archer" es una serie de animación americana creada por Adam Reed (que en la serie pone voz al personaje de Ray) que comenzó a emitirse en enero del 2010 y que teoricamente constará de 10 temporadas, habiéndose anunciado ya la renovación para las que quedan. La serie cuenta las peripecias de Steerling Archer, una suerte de James Bond con todos los vicios imaginables (y un complejo muy notable frente a su madre, que además es su jefa), y sus compañeros del ISIS, una especie de agencia de espías bastante caótica. Aunque en la mejor tradición de las series americanas tiene algún que otro momento de drama o de comedia amarga que nos ayuda a empatizar con los personajes, se trata principalmente de una comedia de situación, una parodia del género de los espías. Los personajes son bastante competentes en sus trabajos, pero todos son una panda de cabrones enfermos sexuales completamente egoístas cuyo mayor interés es en muchas ocasiones joderse los unos a los otros y esto lleva a la serie a escenarios surreales muy disfrutables.
El humor es muy burro. Es una parodia de las series de espionaje, con lo que tenemos nuestra ración de política, empresas, terrorismo y economía con muy mala hostia, y todo ello con muchísimas referencias a literatura, cine y películas (e incluso al anime). Si uno busca mordacidad e ironía, la encontrará en esta serie, y la encontrará en abundancia pues hablamos de una de esas series con guión frenético que no deja respirar al espectador y donde las burradas y los giros de guión se suceden a una gran velocidad. Ahora bien, el humor que más predomina en la serie es el humor más burro, de corte sexual, racial, religioso o cualquier otro que pueda ofender. No creo que suela ofender, quizás se pasen con alguna que otra escena sexual gratuita, pero en general sencillamente tenemos a unos personajes con grado de empatía muy bajo y carentes por completo de sensibilidad. Es un humor bruto y normalmente adulto, aunque en algún momento menos inspirado baja a humor zafio de adolescente. Siendo el humor como es un concepto muy subjetivo entiendo que para mucha gente esa línea entre lo divertido y lo vulgar puede estar antes o después. Recomiendo, en todo caso, ver algún episodio de la serie. Uno puede hacerse una idea perfecta de la serie viendo apenas unos pocos minutos del primer episodio, pues toda la mala leche de la serie y su guión trepidante que apenas deja lugar a descansos está ahí desde el principio.
La estructura de la serie es sencilla, y si bien hay algunas tramas más o menos continuadas o secundarios recurrentes, los episodios suelen ser bastante individuales (con excepción de las temporadas 5 y 7, que mantienen una trama única a lo largo de toda su extensión).
La animación es la relativamente común en muchas series americanas hoy en día, los personajes son claramente bidimensionales, con unos contornos muy marcados, simple en cuanto a desplazamientos y movimientos como si estuviera hecha en Flash. Ahora bien, los fondos suelen estar muy trabajados, siendo casi fotorrealistas en ocasiones, y asimismo los efectos también están muy bien trabajados. Todo esta hecho por ordenador, y esto no ocasiona sólo que los personajes sean siempre iguales y consistentes en todos sus detalles, si no que permite a los animadores realizar algunas escenas de acción sencillamente impresionantes en ocasiones. 
Como suele pasar en las series americanas, su humor adulto a veces se confunde con el mal gusto, pero me parece que estas veces son las menos y que la serie es sencillamente una locura muy divertida y absolutamente recomendable.

Rick y Morty

Rick Sanchez es un genio. Es el hombre más listo del mundo, del universo en si... pero tiene ciertos problemas de alcoholismo y, en general, de todo. Y mientras recorre el universo en todas sus dimensiones para entretenerse, no se le ocurre otra cosa que llevarse a su nieto, bastante tontorrón. Y paralelamente a las aventuras de la pareja principal veremos las peripecias del resto de la triste y deprimente familia de los protagonistas para sobrevivir en la dura sociedad americana. Más o menos ese sería el argumento de esta serie, que con unos protagonistas que desde el primer momento recuerdan a los míticos Doc y Marty de "Regreso al futuro" se convierte en una sucesión constante de homenajes y parodias al cine, con la ciencia ficción y la fantasía como su objetivo principal.
Rick y Morty me parece una serie muy divertida, y es una serie que inicialmente impacta mucho por el frenetismo de sus diálogos y las mil y una situaciones disparatadas que se suceden a velocidad de vértigo. Uno ve mil y un detalles en los primeros episodios. El problema es que después va a menos; sigue teniendo muy buenas ideas pero en cierta forma el estilo es tan agresivo que una vez que uno se ha acostumbrado pierde mucha fuerza, y entonces juegan muy en contra de la serie el uso de coletillas y absurdeces a veces demasiado gratuitas, así como una imagienería visual y un humor que, sencillamente, abusa demasiado de lo zafio y de los diseños con reminiscencias... testiculares. 
Cuando la serie se muestra un poco más oscura e íntima, cuando intenta profundizar en las relaciones de los personajes, encuentra unos protagonistas que responden y que dan lugar a momentos muy potentes; sin embargo estos momentos son bastante escasos y en ocasiones la serie, aún cuando todos sus episodios suelen partir de premisas de ciencia-ficción muy sugerentes, acaba repitiéndose en ciertos tópicos que no siempre quedan bien.
Es una gansada entretenida y divertida, pero me parece que prácticamente ya muestra lo mejor de si en el capítulo 1, y luego puntualmente logra superar ese nivel, pero en más ocasiones aún se muestra por debajo de él.

Bojack Horseman

Las animación americana para adultos suele caracterizarse por su humor ácido o por su sátira de la sociedad, suelen ser parodias hechas con muy mala idea. Bojack Horseman no. En esta serie la comedia pasa a un segundo plano y nos encontramos desde el principio con un drama amargo y triste con pequeños –y engañosos- momentos para la esperanza.
En un mundo en el que conviven hombres y animales antromorpoficados, Bojack es un caballo que disfrutó de gran fama en los 80-90 al protagonizar una sitcom familiar: “Retozando”. Pero la serie acabó y Bojack vive una deprimente y decadente vida en su mansión, rodeado de alcohol, drogas y fracaso laboral, social y personal. La serie es , obviamente, una crítica a las estrellas de Hollywood y a la terriblemente cruel e hipócrita industria cinematográfica; sin embargo también va mucho más allá. Bojack no es un mal tipo, o al menos no pretende serlo, pero vemos cómo está inmerso en una espiral de autodestrucción de la que no puede salir y a la que arrastra a los pocos amigos que sobreviven a su persona.
La serie es una comedia, una comedia absurda por momentos, y además de muchos pequeños gags en segundo plano dados por el mundo de animales, tiene situaciones extremas y surreales. Resulta terriblemente divertida. Pero la suya es una diversión amarga y cruel, protagonizada por un pobre desgraciado, una estrella venida a menos a la que ni la fama ni el dinero pueden salvar de la soledad y la tristeza.
El pozo de Bojack no tiene fondo y nos arrastra a temas que van desde lo obvio de la drogadicción y el alcoholismo a temas mucho más tabú como el suicidio, el maltrato físico y mental de menores, el aborto o la simple posibilidad de que dos buenas personas no sean una buena pareja. Es una serie que no sólo se permite experimentos formales brutales como un episodio mudo, si no que incluso se atreve a algo tan rompedor como dotar a uno de sus protagonistas de una condición sexual muy inusual. Y todo ello lo hace manteniendo la comedia, pero poniendo está al servicio de su robusta historia, y el tono amargo de la historia le permite que en ningún momento nada parezca banalizado.
Bojack es, en el sentido más estricto de la palabra, animación para adultos. Un drama de comedia amarga, una tragicomedia protagonizada por un pobre payaso abocado a la autodestrucción. Absolutamente recomendable.

martes, febrero 07, 2017

Llegaron a un mundo fantásico...

Drifters

Köta Hirano, el autor de Hellsing (ver reseña), es un mangaka con un estilo muy predecible; todo tiene que molar. No tiene nada de malo, la suya es una obra predecible en cuanto tenemos mucha sangre, mucho esoterismo, muchas frases molonas, mucho cinismo argumental, alguna que otra tía pechugona y un humor básico pero muy constante. 
Formalmente, esta serie le da un aire a aquellas aventuras de vampiros, pero parece como si el autor hubiera jugado a Fate o hubiera visto cualquiera de esas obras de ficción que mezclan personajes de distintas épocas y hubiera pensado en enfrentar a Nobunaga contra Hitler y a Juana de Arco contra Anibal Barca, todo ello en una especie de escenario medieval con elfos, dragones, enanos y toda esa parafernalia. La idea muy original no es, pero mola, es la clásica chorrada que se convierte casi de inmediato en un placer culpable (aunque aquí me parece ridículo, por más que sea comprensible por ser un manga, que los famosos occidentales sean poco menos que leyendas sobre las que se han escrito miles de libros... y luego tengamos a un puñado de héroes japoneses a los que no conocen ni en su casa). Hirano te mete sus reflexiones sobre la vida y la muerte, las sociedades y los imperios, las conquistas y los gobiernos, la política y la economía, la libertad y la esclavitud, el racismo y el odio... entre los héroes hay tanto estrategas que desglosan las acciones desde un punto de vista frío y calculado como locos pasionales que adoptan un enfoque más humano. El motor de esta serie es muy potente e Hirano, aunque sea un hombre que está más preocupado por el continente que por el contenido, no puede evitar gustarse también con todas estas reflexiones (aunque normalmente se ampara en el cinismo y la oscuridad de su historia para ofrecer unas ideas bastante convencionales).
El argumento de la serie, no obstante, esta puesto al servicio de la acción, y aquí tenemos batallas de samuraís contra magos, de vaqueros contra orcos, y de elfos contra dragones. Todo, como he dicho, al servicio del espectáculo. Y la serie funciona, tiene un buen ritmo, e Hirano sabe cual que su público potencial  quiere una historia sucia y cruenta donde no se ante con contemplaciones... así que todo es hipersangriento y las cabezas y los miembros salen despedidos con una facilidad pasmosa en un mundo donde todo esta salpicado de mierda (y esta expresión no la he elegido casualmente). Las escenas de acción funcionan a la perfección, habiendo grandes batalles y también enfrentamientos individuales muy espectaculares. Se trata de una historia abierta, y eso en esta primera temporada juega en su favor, pues un punto en contra de la serie -a la larga- es que los buenos parecen "normales" mientras que los malos tienen habilidades más mágicas... y en esta primera temporada eso se resuelve bastante bien, pero no quiero imaginarme como van a luchar contra dragones o contra la megalocura de jefe final que Hirano ha colocado como líder villano.
En lo técnico, la animación tiene un nivel muy notable, aunque aquí sobresale siempre el particular estilo de dibujo del autor, con personajes con rasgos muy marcados y agresivos, con una tendencia ridícula a convertirse en siluetas con ojos luminosos... y a deformarse para potenciar una comedia de situación constante basada en la estupidez de los personajes, la indiferencia ante el dolor ajeno y alguna que otra perversión más.
Hirano es Hirano y no engaña a nadie, este es un anime que lleva escrito a fuego la palabra "shonnen" con toda su hiperviolencia y sus reflexiones filosóficas sencillas de Dungeons & Dragons. Como entretenimiento, siempre que se sepa ante lo que esta, me parece magnífico... pero sobra decir que no es una serie para todos los públicos.

domingo, febrero 05, 2017

El menosprecio a la banda de Big Mom

One Piece 854 - ¿Qué demonios estoy haciendo?

Este 854 es un capítulo claramente de transición. Un capítulo en el que Oda tira de oficio para reubicar personajes y dejar a la trama avanzar hasta la inevitable boda (aunque quiero ver como se soluciona la última acción de Sanji) al tiempo que reúne a la banda y prepara a esta para su contraataque. Y Oda, como es habitual, aprovecha para dejarnos detallitos como el explicar ese acobardamiento de Jimbe ante la ruleta y dejar entrever la mortalidad que esta parecer exhumar (con un poco de perspectiva resulta difícil pensar que no sea un hommie). Hay detallitos, como esos Zeus, Prometheus y Napoleon que parecen haber sido heridos por Brook; y hay explicaciones, como esa aparentemente acción sin sentido de Pudding de disparar a Reiju y que ahora tendría su explicación. 

Pensamiento random 1:
Con Boichi y algunos autores de superventas de la Jump,
lo cierto es que la nueva tanda de series es cuanto menos llamativa.
Pero también hay una escena extraña y que no me ha gustado nada, y es como Sanji patea a Bobin. No sabemos nada de Bobin, eso es cierto, sólo sabemos que es un tío -o una tía- con una pinta muy rara. Pero allá cuando vimos a Big Mom por primera vez, tras la aventura en la isla submarina, este fue el único miembro de su banda que se mostró junto a Pudding. Tamago y Pekoms también, por supuesto, pero estos parecían "recolectores de impuestos", y si el recolector tenía 320 millones de recompensa como era el caso del mink y mencionaba que en caso de problemas la Emperadora mandaba a uno de sus monstruos, y en esa escena veíamos a Bobin regresar de quemar una isla... uno no podía evitar pensar que el espadachín enmascarado era un monstruo de cuidado. Y ahora Sanji lo ha despachado de una patada.

Es cierto que Bobin no se ha quedado inconsciente, y es cierto que aunque Opera si quedó en ese estado hace unos capítulos tras el ataque de Jimbe, fue una inconsciencia temporal y vuelve a estar en pie. Y es cierto que, en ambos casos, han sido ataques de supuestos aliados que los han pillado por sorpresa y ante los que no han podido reaccionar como Pekoms en su día ante Capone. Pero.... queda raro. 

Pensamiento random 2:
 ¿Se puede cansar alguién de ver el trailer del nuevo Zelda?

Oda está anteponiendo el ritmo a la acción en esta saga. Me parece correcto, se ve que cambia como narrador y que no tiene interés en mostrar batallas pequeñas o irrelevantes cuando la historia se mueve ya sola y hay acontecimientos muy importantes en curso. Tenemos la boda, tenemos la Reverie en ciernes, y tenemos Wano en el horizonte. Y, sobre todo, tenemos Dressrosa y muchas sagas anteriores donde a Oda se le iba todo un poco de las manos en lo que a tempo y número de capítulos se refería. Y en Totland Oda está tirando de humor y de resoluciones rápidas. Con Cracker no me parece que quedará mal, a fin de cuentas aquel fue un combate épicamente absurdo, pero luego tenemos cosas como esa Brulee derrotada tan fácilmente o esa pelea cutre entre Pedro y el Noble Pokemon (la idea de la pelea no me parece mala de por si, pero no me trago en este manga ningún enfrentamiento que se resuelva mediante tiros o explosiones).

No me parece que, puntualmente, ninguno de estos puntos este mal. Pero todos juntos conforman una extraña imagen que desdibuja la idea de lo que debería ser la banda de una Emperadora. Cierto que Big Mom parece más monstruosa a cada episodio que pasa, y cierto que Cracker y Smothie han dejado una muy buena impresión a espera de conocer a Lord Potato... y es cierto que de la banda de Shanks uno sólo esperaría grandes cosas del susodicho y de la terna Beckman-Yasopp-Lucky Roo, como del propio Barbablanca el grupo Marco-Jozu-Ace-Vista estaba a un nivel superior.... pero parece que incluso todos estos piratas menores están cayendo con relativa facilidad. Y es una pena. Es gente que supuestamente tendría que tener el nivel de un vicealmirante, y vemos que son muchos y que son inmensos en su diseño (uno no puede si no esperar conocer el nombre de todos los secundarios que aparecen en la reunión), pero luego están siendo neutralizados no ya con más facilidad que los miembros de la familia de Doffy... es que hasta los tritones de la isla submarina parece que dieron más trabajo. Sobra decir que se ha dejado ver que son fuertes, sobra decir que todas las derrotas de estos miembros han sido muy circunstanciales, y sobra decir que ya parece obvio que el mayor enemigo de la banda de Big Mom es el miedo que toda la propia banda parece tener hacia su capitana. Como digo, puntualmente, no creo que ninguna de estas derrotas sea discutible más allá de la Randolph y Brulee... y creo que además es una buena idea de Oda sacrificar peleas en pos de la historia y no obligarnos a ver forzados versus... pero creo que no le esta quedando bien del todo en este caso.

Pensamiento random 3:
Dificil lo tendrá el/la 13 para superar el Doctor de Capaldi

jueves, febrero 02, 2017

La entrada de Tezuka

Por vergonzoso que suene para alguien que se considera un otaku, apenas he leído nada de Tezuka. Hace algunos años leí "Adolf", y me encantó, pero no me había animado a leer nada más del autor quizás por su grafismo, la densidad de su obra o que sencillamente me daba pereza leer los tomos que había en la biblioteca de mi ciudad. Ha sido un grave error. 

MW

Comencé a leer esta "MW" con algunas reticencias, pero una vez que terminé el primero de sus casi treinta capítulos no pude parar hasta que, unas seiscientas páginas después, terminé la lectura. 

El manga, es sencillamente, una pequeña obra maestra. Sólo se le puede echar en cara quizás que la amenaza final es algo ingenua, pero supongo que alguna concesión a su época se le puede perdonar... porque en todo lo demás esta obra es una auténtica salvajada argumentalmente que no estaba adelantada a su tiempo, es una obra que está incluso adelantada a nuestro tiempo. En la edición comentan que esta es la obra más significativa del Tezuka oscuro, y quiero creerlo, más que nada porque me cuesta imaginar algo más oscuro que esto. El Dios del manga coge todos los tabús habidos y por haber y monta una historia en base a ellos, una historia adulta sin concesiones. En el primer capítulo ya vemos que los protagonistas son un cura y un asesino psicópata que mantienen una relación homosexual... eso esta escrito en Japón a mediados de los 70. Eran los alegres setenta de la denuncia social, y Tezuka se metió de lleno con homosexualidad, religión, conspiraciones, corrupción, terrorismo y guerras... No puedo evitar ver esta obra como una antecesora de Sanctuary (ver reseña) y Monster (ver reseña), y esta obra en muchísimas menos páginas me parece que desarrolla más y mejor sus temas. Esta obra tiene una denuncia social, política y moral brutal, pero no se regodea en el drama o la intronspección de personajes más allá de algunas viñetas puntuales; el arte de Tezuka no daba para las filigranas de interpretación facial de nuestros días, y por aquellos tiempos tampoco se estilaba esa narrativa, lo que importaba era contar las cosas y en este manga no hay una sola viñeta desaprovecha. El ritmo de la obra es bestial, todo se sucede a una velocidad pasmosa, pero al mismo tiempo no tenemos la sensación de perdernos nada ni de que nada avance forzado, y la obra en si engancha desde el primer momento.
Y habida cuenta de su temática, Tezuka no se corta a la hora de mostrarnos auténticas salvajadas... porque en las últimas páginas le vuelan la cabeza a un pobre cura viejecito, y lo vemos en un primer plano, directamente... pero verdaderamente, cuando has visto pilas de muertos, descuartizamientos, violaciones homosexuales entre niños y cosas así... ya nada te sorprende. Y dejando a un lado lo explicito de todo, y que con ello la obra ya impacta visualmente, Tezuka también mete alguna que otra fantasía visual, y la maquetación se marca alguna que otra filigrana que ayuda a mejorar el ritmo como la inclusión de miniviñetas con rostros entre los bocadillos de otra viñeta.
Sobra decir que estamos hablando de un manga de mediados de los 70, y que por tanto se sale bastante de los gustos comunes hoy en día... pero esta "MW" me atrapó desde la primera página y me la tuve que leer de un tirón. Es quizás el manga más salvajemente transgresor que he tenido el placer de leer, y no puedo hacer otra cosa que recomendarlo encarecidamente.

Alabaster

Supongo que no debería extrañarme que Alabaster me haya parecido una obra decepcionante, quizás iba con unas expectativas demasiado altas y no debería olvidar que se dibujó a principios de los 70 por un hombre que produjo una cantidad ingente de páginas de manga. Eran otros tiempos narrativamente, y el propio Tezuka era uno de esos hombres que cambiaba la forma de contar las historias, principalmente por experimentos como esta Alabaster.
Es una historia corta que no llega a 500 páginas, y en ellas el desarrollo de los personajes es quizás demasiado errático. La personalidad del villano protagonista queda perfectamente definida en unas pocas páginas iniciales por medio de un magistral flashback, pero después el resto de personajes que aparecen en la obra me parecen relativamente planos y sencillos, salvo una Ami que precisamente destacaría por lo contrario, protagonizando algunos cambios de personalidad demasiado excesivos.
La historia como tal es demasiado simple; Tezuka no nos da detalles de los planes del protagonista ni de sus ejecuciones, pues sería demasiado complejo y no es su interés en la historia. El mangaka está aquí interesado en el concepto de belleza y en la hipocresía que rodea a esta normalmente. La idea como tal de la historia me gusta, pero me parece que peca demasiado de maniquea, le falta la profundidad y las dobles lecturas que tienen algunas otras lecturas de este autor (no es que los buenos sean demasiado buenos, pues apenas hay buenos, es que los malos son demasiado malos y apenas vemos grises en ellos).
Lo más interesante de este manga estaría en lo visual. El estilo de Tezuka no deja de sorprenderme. Refuerza la narración con composiciones bastante potentes y se vale de encuadres muy simbólicos y cinematográficos que quedan reforzados por unos fondos muy detallados. Quizás sus diseños sean muy característicos y muy heredados de la escuela Disney, pero consigue que cada personaje parezca diferente e incluso aquellos que tienen un diseño muy cómico o exagerado se integran bien en las páginas. Y en este manga en concreto, enfocado hacia la belleza, explora el horror y la fealdad, y para ello el autor recurre a criaturas horribles y grotescas, imposibles, a las que les falta la piel o en las que vemos algunos de sus órganos al descubierto –o en ocasiones vemos la ausencia de estos-.
Visualmente esta exploración del horror y la belleza muestra imágenes increíbles y muy potentes, se nota que el interés de Tezuka en esta obra es meramente formal, estando la historia  –muy flojita- completamente supeditada a la imagienería visual.

El libro de los insectos humanos

Esta historia corta de apenas 350 páginas nos traslada a la vida de Tomura Toshiko, una mujer que vive a base de absorver a todos aquellos que la rodean. La premisa es algo extraña de primeras, y verdaderamente llegado un punto Tezuka se va por las ramas con una subtrama de corrupción política que no importa demasiado, pero el manga me ha parecido una pequeña joya.
La estrella del manga es, por supuesto, la protagonista. Hay una especie de interés romántico y una especie de adversario, pero los varones son personajes muy menores en esta obra, donde la protagonista -y otra secundaria- acaparan todos los focos con una historia enfocada hacia el machismo de la sociedad japonesa y las terribles condiciones en las que han de subsistir sus mujeres. El terrible monstruo que tenemos por protagonista de esta historia, con una maldad ya sin posibilidad de redención, surge como respuesta a esta sociedad; Toshiko Tomura toma todo aquello que la rodea, lo aprende, y lo usa en su beneficio contra sus enemigos. Es un monstruo, pero es imposible no empatizar en parte con ella.
Y luego, para rematar la faena, está el dibujo de Tezuka. Se pueden decir muchas cosas de su estilo, pero recursos conocía para aburrir, y aquí vemos como las caras de deforman simulando todo tipo de efectos para representar los estados de los protagonistas, vemos un uso brutal del entintado en algunos momentos, el dibujo se vuelve realista en ocasiones (sobre todo cuando se usan objetos o escenarios para conseguir todo tipo de simbolismo), hay composiciones de viñetas muy agresivas para reflejar movimiento y dinamismo, e incluso hay fundidos con fondos para obtener resultados muy líricos. La cantidad de recursos gráficos que Tezuka usa en este libro para reforzar su narración es, sencillamente, increíble.
Como he dicho, la historia verdaderamente no es nada del otro mundo, y todo se sucede con la velocidad de los mangas antiguos (esta obra es del 70). El desarrollo de los acontecimientos es siempre muy rápido y ya depende de cada lector el valorar si prefiere estos ritmos tan altos o le gustan las historias que se recrean un poco más en sus personajes. Pero es una historia corta y no se le puede exigir una gran profundidad en ese sentido más allá de ese gran personaje que tiene como protagonista y el mostrar ese retrato tan cruel de la misógina sociedad japonesa, y eso lo hace de maravilla.

Oda a Kirihito

Anterior a la célebre "Black Jack", esta historia corta de dos tomos me ha parecido otra auténtica joya. Partiendo del punto de partida de una extraña enfermeda con tintes de porfiria, licantropismo y varias más que convierte a las personajes en casi perros, Tezuka elabora una crítica brutal sobre el racismo (a varios niveles pues, además de la obvia con respecto a los enfermos, vemos también racismo entre las distintas razas humanas) y luego carga contra el sistema médico japonés, así como contra el autoritarismo tan imperante en esta cultura.
Tenemos una historia adulta y oscura, y Tezuka se muestra más que de sobra a la altura, ofreciendo una galería de personajes memorables; no hay ni buenos ni malos (de hecho es muy difícil empatizar con algunos de los protagonistas por sus acciones), pero esa ausencia de maniqueísmo se agradece. Y si en los personajes tenemos muchos grises (con la única salvedad quizás de la prometida inicial -blanco absoluto- y el médico malo -obviamente malo-), la historia no les anda a la zaga y se desarrolla con un realismo cruel y aplastante, y el hecho de que la historia pase de Japón al sudeste asiático y a Oriente no ayuda; somos testigos de mil y un horrores.
La historia y el mensaje de este manga son muy recomendables, y además están enmarcados por un arte excepcional. Tezuka recrea con gran realismo escenarios y "perros", pero al margen de esto y de las habitual comedia visual heredada de la escuela americana, tenemos unas composiciones brutales y escenas completamente surreales y oníricas. La pluma esta al servicio de la historia y Tezuka hace gala de una cantidad de recursos visuales francamente impresionantes. Naturalmente visualmente no nos encontramos ante una obra tan espectacular como las de hoy en día, y los recursos visuales no están tan detallados, pero que estos no ocupen varias páginas no es problema, la imagen evocadora ya se instaura en la mente del lector y la siguiente viñeta ya usa para seguir avanzando en la historia y conferir a esta un ritmo increíblemente elevado.

Barbara

Con este relato corto de unas 400 páginas he de confesar que me he llevado una desilusión. Es extremadamente extraño y onírico (juega incluso con la idea de que todo sea un sueño), pero sencillamente a partir de la mitad adquiere un rumbo extraño y me parece que incoherente hasta cierto punto. La obra tiene como protagonista a un novelista que se encuentra a una joven harapienta en la calle y, sin saber muy bien porque, acaba llevándola a vivir con él a pesar de que esta chica lo único que hace es robarle para emborracharse.
El personaje de Barbara sorprende por lo descarnado del tratamiento de sus vicios, y el protagonista no está mucho mejor de la cabeza, con lo que uno pronto imagina que vamos a ver al Tezuka más duro (los primeros capítulos tratan temás muy poco comerciales, por decirlo de alguna forma). El problema es que llegado un punto Tezuka comienza a jugar con temas esotéricos, y creo que le queda una historia extraña que avanza demasiado a marchas forzadas, con unos personajes que avanzan de una forma demasiado impulsiva y en los que se producen algunos cambios de actitud de una viñeta a otra.
El estilo visual tampoco ayuda, hay algunas viñetas muy potentes que muestran al mejor Tezuka -sobre todo a nivel de dibujo realista-, pero estás son pocas, y en general el dibujo no es muy detallado ni las composiciones están trabajadas (con unos fondos a veces ausentes y unos encuadres practicamente inexistentes).
Creo que es una historia menor del mangaka. Un experimento para el tratamiento de algunos temas que, además, creo que corrigió sobre la marcha cambiando bastante el tono final de la obra con respecto al de los primeros capítulos.

La canción de Apolo

Este manga sería en verdad una colección de cinco relatos cortos en los que el autor explora diversas naturalezas del amor, representando este en escenarios trágicos que el protagonista ha de explorar para superar su odio hacia este sentimiento. Apenas supera las 500 páginas, con lo que puede considerarse una lectura rápida y es un nuevo ejemplo de la demencial capacidad de este hombre para escribir un relato detrás de otro.
Dejando a un lado su alto contenido sexual -metafórico y explícito, algo habitual en muchos relatos del autor-, es un manga algo extraño. Los relatos son muy distintos y muy potentes, presentando situaciones límite y muy interesantes, pero aquí la narración se resiente por la estructura ya que apenas hay personajes y el desarrollo de estos me parece algo atropellado. Tezuka expone sus historias, pero el desarrollo a partir de ellas del protagonista me parece algo forzado y gratuito, como si del "Cuento de Navidad" de Dickens se tratase.
Como he comentado, las historias individuales son muy potentes, algunas tienen además un marcado componente de fantasía y eso le da al autor para algunas muy buenas e interesantes composiciones visuales ya que cada una de ellas es completamente distinta y le da margen para un estilo visual distinto (pareciéndome especialmente sugerente en este sentido la historia futurista o la de los animales).
Es un manga curioso, pero no me parece el más recomendable del autor. El ritmo siempre elevado del autor creo que juega algo en su contra y se fuerzan demasiado algunos puntos de la historia real (aunque creo que esta no deja de ser un vehículo para las subhistorias).

Devorar la Tierra

Este es un manga extraño. Se escribió en el 68, y entiendo que Tezuka aún se encontraba muy anclado a su fase de mangas más infantiles o juveniles. El mayor problema que le veo a esta obra es su protagonista, un alegre borrachin forzudo que se lo toma todo a la ligera y que es muy bueno. Es un personaje caricaturesco, que se vale de una violencia muy caricaturesca y en torno al cual la trama se desdibuja para ser muy simple o ligera. El dibujo y la recreación de la acción por parte de Tezuka en este comic son muy infantiles en ocasiones.
Lo curioso de este manga es que, cuando nos salimos de todo lo que rodea al protagonista, es una joya. Los temas que trata van del feminismo al capitalismo más brutal, de la venganza al amor y del racismo al propio existencialismo. Tezuka trata temas universales, y lo hace muy bien cuando no hay comedia chorra de por medio, con una ambición brutal que lleva a sus personajes a querer cambiar el mundo y que denuncia las miserias de este en el que nos encontramos. Y dentro de esta parte del manga hay pequeñas historias, subcapítulos para ilustrar estos mensajes que poco o nada tienen que ver con el protagonista, y estos segmentos que en ocasiones apenas alcanzan las treinta páginas son lo mejor de la obra, auténticas "novelas ejemplares" que dan rienda suelta a toda la creatividad del maestro y que funcionan increiblemente bien expandiendo el pequeño mundo que el mangaka ha creado para esta obra y que a partir de secundarios anónimos le permiten exponer situaciones límites que el devenir de la historia no permitiría afrontar a los protagonistas. La historia del protagonista no es nada del otro mundo, pero estos pequeños pasajes son oro puro, de lo mejor que le he visto a Tezuka.
A nivel artístico no puedo ensalzar demasiado la obra. Los personajes son bastante simples, así como los encuadres, y como he comentado el enfoque de la acción y la violencia es bastante simple y primitivo. Si es bastante bueno el tratamiento del sexo, y Tezuka de vez en cuando se vale de algunas composiciones rompedoras, pero no es una obra que me parezca que destaque demasiado en este sentido.