lunes, marzo 13, 2017

Nada de tanto monta, monta tanto

Watashi ga Motete Dousunda

Esta "Watamote" tendría muchas opciones para ser ofensiva. La premisa inicial, la de una fujoshi gorda que tras perder mucho peso -por la depresión causada por la muerte de su personaje de anime favorito- se convierte en la chica más popular del instituto... no es la más prometedora del mundo, y desde luego los cuatro pretendientes no caen muy bien de primeras debido a ello (salvo uno, el resto parecen de primeras -y aún de segundas, cuando avanza la serie y trata de profundizar un poco en ellos- basura humana). Pero la serie es una comedia alocada, una parodia del género del harem y la protagonista pasa de ellos, no teniendo más interés que hacer que se líen entre ellos para alimentar sus fantasías (el humor exige ciertos conocimientos de la jerga del mundillo otaku, y puede tener alguna broma de seme o uke... pero en general es un humor bastante blando y accesible).

El argumento de la serie es una chorrada, pero la comedia funciona muy bien y la serie salta hacia todos los tópicos otakus habidos y por haber, viviendo constantemente en la autoparodia y la ridiculización de los tópicos del género.La protagonista tiene un carisma desbordante, y no sólo funciona muy bien de cara a la comedia con una inteligencia muy particular, si no que también constituye un buen motor dramático para la historia e incluso en un par de ocasiones la serie consigue dibujar un par de buenas historias de secundarios (en otras ocasiones no, la serie tira de tópicos y cualquier trama que se aleja de las pasiones fujoshis o los argumentos más otakus cae -a pesar de mostrar alguna que otra interesante pincelada- en una anodina mediocridad).
Visualmente no es una serie que destaque demasiado. Con la salvedad de la protagonista, algo más trabajada, los diseños de sus personajes son bastante genéricos. Musicalmente tampoco destaca. Es una serie bastante del montón técnicamente hablando y sólo destacaría en este punto lo correctas que son las transiciones hacia las deformaciones cómicas o algunos recursos visuales para los gags.
A nivel de ritmo y desarrollo tenemos la clásica estructura de serie donde cada episodio se centra inicialmente en un chico -con una historia y un formato relativamente diferenciados- para no tener que preocuparse demasiado con el avance de la trama y los conflictos que esto podría suponer de cara a los personajes. Es el clásico harem donde todos se llevan muy bien entre ellos y donde a cualquier avance le sucede casi de inmediato un reseteo.
Es una serie muy sencillita, no es especialmente original ni brillante. Pero este tipo de parodias de la misma industria suelen resultar entretenidas si están bien hechas, y esta lo está. No es un anime imprescindible, pero si me parece una comedia ligera muy entretenida y disfrutable para cualquiera que quiera reírse un poco de las tristes cotas de degenaración que ha alcanzado el medio.

2 comentarios:

Aivic dijo...

A mí me gustó. Me reí muchísimo con ella y eso que no esperaba que fuera gran cosa. Ahora a esperar la segunda temporada.

eter dijo...

Yo le tenía echado el ojo, es de las típicas series que puede salir una mierda impresionante o una serie muy entretenida. Por suerte, al menos para mi, fue la segunda.