sábado, noviembre 29, 2014

Bellamy es la razón por la que seguimos One Piece

One Piece 769 - El pirata Bellamy

La conversación entre Law y Doffy es muy buena. Tenemos reminiscencias de Corazón. Tenemos menciones a Kaidoh. Tenemos a Doflamingo recuperando el tempo de la batalla. Tenemos incluso un brazo inesperadamente amputado (aunque si hay alguien que puede solucionar ese ligero contratiempo es sin duda el último miembro conocido del club de los D).
Sin embargo, para mi, todo lo eclipsa Bellamy.
Sabíamos que Bellamy iba a tener un gran momento. Lo sabíamos desde el momento en el que apareció como contendiente del coliseo. Lo confirmamos cuando acabó en el bloque B y no en el C como complemento cómico de Luffy. Oda estaba preparando algo, no iba a recuperar a un personaje para simplemente convertirlo en un soñador; por muy bonita que fuera su mención a Skypea, estaba claro que se guardaba algo más para este hombre. Vimos su conflicto cuando su ídolo le ordenó matar a un Luffy que comenzó a llamarle amigo, y vimos su triste resignación cuando Dellinger intentó matarlo. Riku, Kyros, Violeta, Rebbeca y Law pueden ser –nominalmente- las grandes víctimas de Doflamingo, pero Bellamy lo era también de una forma muy distinta y mucho más modesta.

Y el gran momento de Bellamy por fin ha llegado. Y es un momento a lo Usopp, un momento de orgullo de modestos. Bellamy no parece destinado a reinar. No es alguien que vaya a ayudar decisivamente a Luffy en su camino hacia el título de rey de los piratas. Pero es un personaje. Tiene su historia. Su historia propia. Eso es algo que Oda cuida, y este cuidado del autor con sus personajes es una de las grandes virtudes del manga. Bellamy no esta actuando por Luffy, ni tampoco por Doflamingo. Poco importa si en el siguiente capítulo todo era una estrategia para atacar a Doflamingo, si Luffy recibirá intencionadamente su puñetazo o si lo tumbará con todas sus fuerzas porque mostrar piedad o condescendencia sería un insulto. Lo que importa es que Bellamy se ha levantado por voluntad propia. Es el protagonista de su propia historia, una historia en la que Luffy y Doflamingo son muy importantes, pero donde él lo es aún más y donde actúa por sus propias convicciones aunque sepa que están sean erróneas. Contrariamente a lo que pregona Doflamingo, a esa idea que el propio Law ha adoptado, Bellamy es un débil que está eligiendo como morir, y piensa hacerlo sonriendo como si fuera un portador de la voluntad de D.
Luffy es, evidentemente, el protagonista de este manga. Pero Oda cuida al resto de personajes. Bellamy tiene su historia, con su principio y su final, con sus motivaciones, con sus desilusiones y sus alegrías. Oda se toma el tiempo necesario para no supeditarlo todo a su protagonista, o a su grupo de compañeros. Bellamy tiene su historia, como la tienen Kyros y Rebbeca, como la tiene Law y el propio Doflamingo, como Fujitora o Sabo. Cada uno de ellos tenía una historia antes de Dressrosa y la tendrá después, como Absalon se reconvirtió en periodista, como Makino tuvo un hijo o como Gaimon encontró novia. Hay personajes como Pauley o Barbamarrón que seguramente no reaparecen en la historia más allá de portadas, mientras otros como Tashigi, Ivankof o Drake reaparecerán. Y todos serán parte de alguna forma de la historia en la que Luffy se convierta en el rey de los piratas, pero al mismo tiempo cada uno de ellos tiene su historia, no más pequeña o menos importante que la de Luffy.

martes, noviembre 25, 2014

La más desteñida serie

MOMENTO MÍTICO 51 - BLEACH

Bleach. Bleach. Bleach.
Es una mierda, todos lo sabemos. Nadie lo discute. Es una serie que ahora mismo casi se sigue para ver la siguiente parida-incongruencia de Kubo Tite, la próxima mitad de alguna raza que resultará ser ese prodigio genético que tiene de protagonista o el próximo personaje que aparecerá a la espalda de otro. Pero hubo un momento, largo tiempo ha, en el que Bleach apuntaba muy alto. Hubo un tiempo en el que se erigió como uno de los grandes pilares de la Jump junto a Naruto y One Piece. Hubo un tiempo en el que sirvió de escudera a la serie de cierto ninja como punta de lanza del anime en Occidente. Hubo un tiempo en el que la serie no podía ignorar personajes porque aún no los había presentando, un tiempo en el que no había preguntas en el aire que sabíamos que no se responderían nunca, un tiempo en el que las escalas de poder no habían sido reinventadas docenas de veces... 
Hubo un tiempo en el que la serie no era una basura.
Bleach, en sus principios, antes del secuestro de Rukia, era un gran manga. O al menos era un manga con un potencial inmenso para ser un grandísimo shonnen. Logró crear, practicamente con su primer capítulo, un protagonista y un mundillo con una gran fuerza (un protagonista además con el que el público adolescente japonés podía identificarse facilmente). Y luego rodeo al macarra de buen corazón y a su mentora con mala hostia con un gigantón bonachón para la primera línea, un arquero snob para la distancia y la estrategia y una tia buena para la curación. Un equipo básico, equilibrado con los roles clásicos que todos querríamos en nuestra party si la vida fuera un juego de rol y que permitía que la estrategia se filtrara en los combates. Los personajes eran carismáticos y había química entre ellos. Los enemigos no eran gran cosa, pero bueno, uno imaginaba que estaban por ahí como mera excusa para la presentación. Teníamos a Urahara haciendo de tipo misterioso. Teníamos a Kon dando más comedia aún a un manga que tenía bastante. Teníamos comedia de instituto para relajar las peleas. El dibujo de Tite además, era bueno; se le pueden echar en cara muchas cosas después con respecto a fondos y planificación, y ya ni digo lo que se le puede echar en cara en lo referente a guión... pero en composición, color y simple expresividad... es un monstruo.
Luego llego la saga de la Sociedad de Almas.
¿Es esta la mejor parte del manga? Es algo discutible. En su día disfrutamos mucho con esta saga, tenía muchos errores y muchas tramas forzadas... pero el manga era joven y uno estaba dispuesto a hacer un pequeño acto de fé pensando que luego el autor lo explicaría todo luego. El ritmo era brutal y cada personaje que se nos mostraba parecía más carismático que el anterior. No tenía sentido que los jóvenes pudieran con capitanes, como no tenía sentido después que estos no pudieran con Espadas y que tras un entrenamiento de tres tardes si lo consiguieran... pero son las reglas de los shonnen y en sus primeros capítulos se perdonan.
En estos capítulos la comedia seguía estando presente, como en esa grandísima presentación del capitán de la octava con su segunda tirándole pétalos... o ese épico y sexy momento en el que Yoruichi aparece en todo su esplendor (diré también aquí que en ese momento la serie era exagerada pero no ridícula en lo referente a tallas de sujetador). Había personajes carismáticos y muy "manly" como Kempachi, había otros que imponían mucho respeto como el viejo. Los malos como Gin eran muy odiosos, y los altivos como Byakuya muy hostiables. Y había estrategia, las liberaciones y los bankais seguían estando en su mayoría más basados en poderes raros como la oscuridad o el simple alargamiento de la espada.
La serie tenía muchos defectos, pero tenía también muchas virtudes que nos hacían perdonárselos al tiempo que veíamos como el dibujo mejoraba los giros de guión nos sorprendían.
Eran tiempos en los que una serie muy entretenida apuntaba a que podía ser algo muy grande, algo a lo que incluso podía aspirar tras marcarse un homenaje a Vegeta y Nappa. Pero algo, a lo que por desgracia, jamás llegaría una serie que poco a poco comenzó a convertirse, para mayor desgracia, en una parodia no intencionada de si misma.


En el siguiente momento mítico el reflejo de un espejo nos recordará porque no creemos en Dios, sólo en Billy Wilder.  

sábado, noviembre 22, 2014


One Piece 768 - El gatillo de ese día

Ahora sí. Ha llegado la hora de las hostias. Creo que aún falta un poco, la mayoría de los combates parecen estar ya lo suficientemente maduros, pero el de Luffy ni siquiera ha sido planteado así que creo que aún nos falta en torno a una veintena de capítulos para acabar la saga.
El de esta semana ha sido un capítulo de reubicación de frentes, ubicando a cada personaje -salvo a Luffy-. Tengo interés por ver como maneja Oda el tema de Law, pues esta es su saga y ha molado verle jugando el juego de Doflamingo y descentrando a este, pero esta claro que no puede robar todo el protagonismo a Luffy y ya de por si es raro pensar que si Luffy gana a Dofla, en parte gran mérito puede atribuírselo al desgaste que Law le va a ocasionar (curioso sobre todo porque en esta saga Luffy apenas ha tenido combates que lo mermen).
No obstante, aún con la incógnita de Burgess -que creo que debería reaparecer para lucimiento de Sabo- los combates avanzan. El ultraépico combate de Franky y Señor tiene que comenzar a acabar, aunque supongo que podría retrasarse para que la destrucción de la Factoria coincidiera con algún gran momento del combate de Luffy, y en sí es un combate tan surreal que ha sido arrojado de las esferas del tiempo cual Melkor. Zoro lleva ya suficientes espadazos contra Picas como para que pronto se justifique el final del combate, más cuando parece que en este caso no le tocará a él el segundo combate de la saga. Diamante ya ha sido herido y parece haber comenzado a usar sus trampas. En estos combates, los más cuidados de la saga, el control de Oda esta siendo muy bueno en cuanto a tiempo y uso de viñetas esporádicas.
En el resto... no estoy tan conforme. Me gusta la forma en la que se ha revelado la naturaleza de Dellinger, pero en el combate de los gladiadores estos se han llevado demasiados golpes ya contra unos enemigos fuertes pero no infinitamente superiores... especialmente en el caso de Chin Jao, que sencillamente debería ser superior casi a todos ellos por mucho que frente a él esté el gran Lao G.
Y luego, naturalmente está el caso de Robin... que abandona a Gladius para "ayudar" a Luffy o Dios sabe que (supongo que será partícipe de la trama de Mansherry porque en esa dirección sólo hay monstruos con nombre de carta). Cada miembro de la banda tiene su papel, pero sería muy triste que Oda no le diera una batalla a Robin en la saga que más posibilidades le ha ofrecido para ello. Y, la partida de Robin, deja a Gladius frente a Bartolomeo y Cavendish... lo que creo que podría ser denunciable.
Luego naturalmente tenemos el flashback... que ha acabado. Me gustaría pensar que veremos algo más sobre la D, quizás de manos del propio Doflamingo en forma de unas pocas viñetas durante su enfrentamiento con Luffy. Ha sido un flashback algo decepcionante. Corazon es un buen personaje, pero para nada sorprendente. Al menos para mí, todo lo interesante de este flashback ha sido lo narrado en base al propio Doflamingo, no aquello protagonizado por Law. No me ha parecido un mal flashback, y ha tenido buenos momentos y buenas revelaciones, pero no ha sido tan redondo como Oda nos había hecho esperar.

miércoles, noviembre 19, 2014

HEAVY METAL

Era el año 1970. El rock comenzaba a quedarse pequeño. Esa música rompedora que surgió en los 50 comenzaba a ver como los jóvenes que habían bailado al ritmo de Elvis crecían. Surgieron los 4 de Liverpool y la música creció, y junto a ellos aparecieron otros monstruos como los Rolling. Pink Floyd ya experimentaba con nuevas músicas en aquellos años en los que blues, jazz y rock se daban la mano. Led Zeppelin comenzaba a construir una escalera hacia el cielo. Bob Dylan ya nos decía que los tiempos estaban cambiando. Easy Rider ya se había estrenado y todo el mundo se creía nacido para ser salvaje. Eran los tiempos de Mayo del 68, de Woodstock, de la guerra de Vietnam. El rock crecía hacía vertientes psicódelicas, progresivas, operísticas y de todo tipo. Las guitarras vibraban con influencias de todo tipo de música, bajo y batería no eran simples acompañantes, e incluso una mariposa de hierro había mostrado lo que podía hacer un órgano. 
Los jovenes habían crecido y ya no se contentaban con cantar al amor y la libertad, ahora se revelaban contra la guerra fría y contra la injustica. Ya no cantaban como jóvenes esperanzados, cantaban como hombres desencantados. La música es expresión, y había de expresar eso. Un nuevo género musical estaba comenzando a asomar la cabeza, ya había habido temas que se podían encuadrar dentro de él, ya había bandas que flirteaban con él sin siquiera saber que existir. Sólo faltaba su nacimiento. Y este llegó de Inglaterra. Como surgido de las forjas y las factorías metalúrgicas, llegaba un sonido nuevo, duro y contundente. Metálico y pesado. Ya no era simple rock. Era algo más. Había nacido el Heavy metal.
Ya se había visto la potencia de un sábado negro antes, pero este disco supuso sin duda algo más que la consagración de una banda acusada de satanismo, supuso la consagración de un género. Apenas 8 temas componen el disco, pero no es exagerado decir que más de la mitad de ellos son historia del género, y los que no lo son, no lo son por ser temas experimentales (como era habitual en aquellos tiempos).
Paranoid nos presenta un sonido contundente, duro, aplastante. Una guitarra afinada gravemente, una bateria y un bajo muy presentes que marcan unos ritmos lentos pero implacables, y luego una voz de Ozzy que conseguía mantenerse grave al tiempo que soltaba notas agudas. 
El disco comienza con War Pigs y sus bocinas ataque aéreo, con unos riffs de guitarra simples pero contundentes, un bajo y una guitarra muy fuertes, y una voz que parece un instrumento más. Un sonido muy crudo espectacular para conciertos que luego converge con una fuerza brutal.
Paranoid es un tiro. Teniendo la contundencia de la banda, la velocidad del bajo y la batería sorprenden desde el principio con un tono que en un primer momento parece muy rockero pero que evoluciona a otra cosa al ser tan prolongado.
Planet Caravan es una cosa extraña, fruto supongo de las drogas. Relajada, muy influenciada por el blues, se aleja mucho del registro de la banda a pesar de tener un toque oscuro. Es el clásico tema que muchas críticas ponen por las nubes por su valentía y su trabajo compositor... a mi me parece una mierda.
Iron Man es, sencillamente, la forma que tomaría una fundición de acero si se transformara en música. Incluso el título es significativo, esta canción es la definición de heavy-metal.
Electric Funeral es otro tema pesado y duro, pero esta acompañado de un aire distorsionado y siniestro que le da un aire oscuro y apocalíptico. La sencillez y crudeza del sonido son espectaculares.
Hand of Doom baja algo el nivel, alterna partes casi mudas con otras más contundentes en las que, no obstante, me parece que no hay una melodía con tanta fuerza y la voz de Ozzy me parece algo estridente. 
Rat Salad es un buen instrumental con una bateria y una guitarra espectaculares, sin embargo este tipo de exhibiciones creo que pierden bastante lejos del directo.
Fairies wear boots cierra el disco es un tema con una guitarra brutal y unas notas muy pegadizas, buen tema, pero sin pecar de ser una música sobrecargada adolece un poco de la fuerza directa y sencilla de algunos de los temas anteriores.

domingo, noviembre 16, 2014

En el silencio nadie puede oír tus gritos

One Piece 767 - Cora-san

La emotiva muerte de Corazon sin duda eclipsa el capítulo y, aunque está cortada por el patrón más habitual de la serie, justo es reconocer que Oda ha estado muy inspirado con ese final en el que el Rocinante muere y se rompe su hechizo de silencio pero los llantos de Law son enmascarados por las explosiones.
Diré que la muerte de Homming me ha parecido un pegote que Oda ha puesto al principio del capítulo porque tenía que ponerla en algún sitio, y creo que podía haber sido bastante más emotiva. Diré que no me ha gustado la confianza con la que Corazón parece creer que Law ha escapado de su sino mortal al tomar la fruta... porque no sé porque demonios debería curarse por ella. Diré que lo de Law en un cofre me parece algo cutre y que al menos podía haber atado a este o algo para justificar que no escapara. Diré que me esperaba algo más de la jaula de pájaros. No obstante, es un flashback, aquí la narrativa es más relajada porque simplemente faltan páginas para explicarlo todo y hay que confiar en la capacidad del lector para entender quizás no lo obvio, pero sí lo lógico. Pero el capítulo funciona y presenta una bonita y emotiva muerte para Corazón por unos característicos ya tres tiros de Doflamingo. Y el capítulo, teniendo semejante nudo dramático, tiene un par de detallitos que me han encantado.
http://askcora-san.tumblr.com/
El primero es Drake, cuya presencia y origen finalmente se han confirmado. Hábil por parte de Oda contarnos el origen de este personaje aquí, cuando nadie lo esperaba. Hay supernovas con un diseño que ya los hace carismáticos, caso de Kidd y Hawkings. Hay una supernova que parece que ocultan algo muy grande. Pero Drake era un Marine, eso ya lo hacía, solo desde su cuadro de presentación, uno de los más interesantes. Y cuando todos han buscado la gresca en el Nuevo Mundo, él parece haberse puesto bajo el paraguas de Kaidoh. Es obvio que Oda tiene algo pensado para él, no en vano sabemos que al mangaka le encanta dibujar animales y le ha dado a Drake una de las zoan más impresionantes que cabe imaginar. Supongo que aún es muy pronto para la saga de Kaidoh, pero esta llegará, y Drake estará ahí, y algo tan simple como esta aparición en el flashback de Law hace pensar que será algo más que un lugarteniente importante del emperador. Particularmente mi hipótesis actual es que se trataría de otro "Rocinante", otro infiltrado de gran rango infiltrado dentro de una gran banda.
Y los otros dos detalles que me han gustado son, en cierta forma, debilidades de Doflamingo. A pesar de que dijo a Vergo que hiciera sufrir a Law, vemos que en verdad no aplica ese criterio personalmente. La ejecución de Rocinante es rápida. Doflamingo apenas habla, le pide información y le mata porque es lo que debe hacer; sin embargo parece sentirse dolido, como igualmente parece estar completamente enloquecido cuando mata a su padre. No diré ahora que Doflamingo es un santo o que es víctima de las circunstancias, pero creo que se puede apreciar que su locura sádica tiene límites y que no disfruta en absoluto teniendo que matar a Corazón.
La otra debilidad de Doflamingo es... Tsuru. Me encanta que en un primer momento diga de atacar a los marines pero después parezca demostrar respeto por la mítica vicealmirante para la que él no deja de ser... un niño.

jueves, noviembre 13, 2014

Cause we are living in a mysterious world

Nazo no Kanojo X

Hace un par de años me sorprendió muy gratamente la adaptación al anime de este manga (ver reseña). Era una serie extraña, que partía de una idea morbosa -y hasta podemos decir asquerosa- para desarrollar una historia de amor sencilla y algo retorcida pero también bonita. Un romance entre un chico y una chica que se basa en un vínculo por el que se transmiten sensaciones por la saliva. Es una serie rara y el punto de partida es enfermizo, pero a partir de él se desarrolla un romance bonito entre dos jóvenes torpes, inseguros y posesivos. Me quedé con ganas de más y con la idea de leer el manga, manga que acabó hace unos meses.
El anime adapta algo menos de la primera mitad del manga, pero creo que permite hacerse una idea perfecta de lo que es esta obra. La historia continua, hay un par de arcos argumentales buenos y unos personajes que su adaptación apenas menciona, pero en líneas generales creo que a aquellos a los que gustara el anime, gustará el resto del manga, pues el tono de la historia es el mismo.
La historia es rara y morbosa, y además hay un contenido que podríamos sexy (la historia tiene un fuerte componente sexual, pero extrañamente no veo que sea erótica en el sentido más sucio de la palabra). Es una historia bonita de amor entre dos jóvenes que van asentando poco a poco su particular relación en base a pequeñas pruebas y episodios que ponen a prueba su confianza; aunque el lector en verdad nunca sentirá que la relación está amenazada y los escollos que se encuentran los personajes están más enfocados a ayudarles a avanzar en su relación. Es algo extraño, pues partiendo de algo tan poco romántico como el intercambio de flujos, el manga es terriblemente idealista y puritano. El manga comenzó a publicarse en el 2006, pero el tono de su historia es muy de los años 80, principios de los 90. Japón es machista y tiene una sociedad muy represora, pero en este manga tenemos la vertiente más idealizada, con unos personajes absurdamente castos y tímidos en el mejor sentido de la palabra (incluso los villanos son buenos en el fondo). Y si su estilo es anacrónico, también en cierta manera su dibujo, apenas 4 o 5 viñetas por página con personajes enormes de un diseño muy simple pero bastante trabajados, con un diseño de vestuario y de escenarios variado que no parece recurrir al ordenador. Es este un manga que, obviando su punto de partida, podría facilmente haber sido escrito hace una veintena de años.
El dúo protagonista es terriblemente carismático y se le coge una simpatía brutal, y para colmo están respaldados por una secundaria brutal en forma de amiga metomentodo. Es un manga sencillo y ligero, divertido y entretenido que se lee muy amenamente.
Ahora bien, es justo decir que tiene también algunos defectos, principalmente en su último tercio. Llegado un momento el esquema de capítulos episódicos se hace demasiado repetitivo, con algunas tramas que se notan claramente de relleno y que suponen avances insignificantes en la relación. Por otra parte, algunas de las tramas finales importantes se hacen demasiado retorcidas (habló sobre todo de "Nazo no kanojo Y"). La serie no pasa a ser horrorosa, pero no es tan redonda como antes. En su recta final la serie recurre para alargar la historia a profundizar en algunos secundarios, pero algunas de estas tramas son poco interesantes... y ello se une al hecho de que luego su final es sorprendentemente abrupto y quedan bastantes puntos por responder. El título del manga habla de una chica misteriosa, pero al final no sabemos nada de ella y los enigmas quedan en el aire. Al finalizar el manga uno tiene la sensación de que varias líneas argumentales con posibilidades se han desaprovechado en favor de otras con mucho menos potencial.
No obstante, a pesar de que su recta final empaña algo el global, es un manga muy recomendable. Extraño, pero recomendable. Es una bonita e idealizada comedia romántica con un dibujo con personalidad y unos protagonistas entrañables.

lunes, noviembre 10, 2014

Si conocemos la historia es para no volver a repetirla

Sengoku Basara: Judge End

Mi historia con esta franquicia es curiosa. A pesar de que no compré el tercer juego en Wii, es una saga que siempre me ha llamado la atención. No me disgustan los juegos de acción masiva de este tipo, y el diseño de personajes de la serie es tan absurdo y alocado que no puede dejar de gustarme. Ahora bien, los animes... son muy malos. Y lo peor de todo es que lo sé, y me autoconvenzo para continuar viéndolos. 
La primera parte era normalita, nada del otro mundo pero era simpática y sus personajes atesoraban un gran carisma. La segunda parte ya comenzaba a mostrar un serio problema de acumulación de personajes y desarrollo errático, era ya un mal anime. En esta tercera entrega todos los problemas se han multiplicado, y me ha costado bastante terminar de verla, y si lo he hecho no ha sido por otro motivo que no fuera cabezonería.
La serie se enfoca hacia Sekigahara, la batalla que unificó Japón. El problema es que mientras la historia pone como protagonistas a Ishida y Tokuwaga, la serie quiere seguir dando protagonismo a Sanada y Date, que son los personajes icónicos de la franquicia. Ello se traduce en que tenemos cuatro grandes protagonistas, cada uno con sus secundarios de turno... más alguno más que va por libre como Chousokabe o Saika, y tramas enteras como la de Nobunaga. Es, sencillamente, demasiado. Hay una regla narrativa no escrita del cine que dice que en una película no puede haber más de 9 personajes importantes, aunando protagonistas, antagonistas y secundarios importantes. La suscribo. Pero Sengoku Basara 3 no, y al no hacerlo demuestra su validez. Hay demasiados protagonistas y la acción salta de uno a otro freneticamente. Un jugador de la serie de videojuegos lo comprenderá, pero un espectador no versado con ella no empatizará en absoluto con tantos personajes a los que les sucede tanto y tan deprisa. Sencillamente la serie sobrepasa el umbral de retentiva que una persona normal puede tener, y al ser el argumento y el desarrollo una absoluta chorrada tampoco se incita al espectador a que este atento en espera de ver algo grande en el futuro que se cimente sobre el confuso escenario que está viendo.
Otro problema es la evidente falta de medios o desgana del producto. Su guión está poco cuidado, podría justificarse porque sencillamente difícil o imposible adaptar un musou con docenas de personajes con historias propias cada uno de ellos. Pero uno ve que no es el caso. La historia podría adaptarse, con ingenio y sacrificios, si se quisiera. Pero no hay intención. Al ver la serie uno ve una evidente falta de medios. La animación no es mala, es lo siguiente. Planos estáticos, animaciones pobres, composiciones manidas y recursos cutres para llenar minutos de metraje usando el mínimo posible de recursos. La serie querría aprovechar el tirón de los videojuegos, pero en su primera entrega -aunque solo fuera por la novedad- se notaba cierto mimo, cierto afan de reciprocidad y, al igual que se quería acercar a los videojugadores al anime, se quería acercar a los espectadores de anime a la franquicia. En esta entrega, torpemente montada y guionizada, escasamente cuidada y producida, todo parece un simple afán por sacar a los seguidores de la saga unos pocos euros.
Para nada, un anime recomendable, y espero acordarme de ello yo mismo cuando alguna vez anuncien una nueva temporada o unas OVAs.

viernes, noviembre 07, 2014

Tres corazones

One Piece 766 - Sonríe

El capítulo de esta semana de One Piece es bueno. Si los anteriores se habían mostrado lentos, este lo compensa en parte acelerando los acontecimientos (quizás un poco demasiado). Corazón continua siguiendo el manual de mentor de nakama de la serie con una sonrisa y un mensaje optimista siempre para el niño de turno (aunque que alguien me explique por que piensa que ahora Law tiene alguna posibilidad de salvarse porque lo de operarse a si mismo es un pelín -un pelín bastante- exagerado). Tenemos a Vergo justificando su relación con Law en Punk Hazard. Tenemos una justificación a la carrera militar de Rocinante. Tenemos a un Doflamingo que parece dolido por la traición de su hermano. Y por tener tenemos incluso a Tsuru.

Pero lo cierto es que no tenía motivos especiales para reseñar este capítulo. Pensaba incluso en no hacer ninguna reseña y en su lugar escribir una del "Paranoid" de Black Sabbath. Pero al final me ha venido la idea para la reseña por otra parte... 
así que en esta ocasión...
¡A la mierda la reseña semanal de One Piece!

DUELO VI 
One Piece 766 vs Chihayafuru I37

No hay siquiera competición...

DUELO VII 
One Piece 766 & Final de Naruto vs Chihayafuru I37

El guiño final de Kishimoto a Oda me parece excesivo, y aunque yo era fan de la pareja que finalmente ha acabado saliendo (de cara a Naruto, el resto o eran obvias -Shikamaru- o no importaban a nadie)... sigue ganando Chihayafuru sin problemas.

DUELO VIII

One Piece 566 &
Final de Naruto &
Bazofia semanal de Bleach &
Últimos capítulos dramáticos de Ippo &
Trailer final del Hobbit &
Trailer extendido de los Vengadores &
Megapiranha &
Humanidad &
Especie 8742
vs
Chihayafuru 137

Empate técnico, y porque hemos metido a unos bichos de otra dimensión que hacían huír a los Borg. Así pues, la reseña de One Piece evoluciona cual pokemon a otra reseña.

Chihayafuru 137

Grande, muy grande, el último capítulo de Chihayafuru. Un manga que sencillamente se encuentra en un momento dulce. Y lo mejor de todo es que la narrativa de la autora no ha evolucionado, era muy buena en un principio y lo sigue siendo ahora, no ha caído en el problema de muchos mangas (el mismo One Piece) de alargar sus sagas hasta el infinito. En este capítulo se congregan más de treinta personajes, hay flashback, se da una señal de que comienza el final del manga y, como colofón, finaliza con un bombazo.
Y tenemos un poco de desarrollo como jugador de Arata. Luego tenemos una coña inmensa con gran parte de los personajes dandose un pequeño homenaje en un canto a la amistad y la competitividad en el mejor sentido, un torneo que comienza como comedia y que acaba como una reflexión sobre el crecimiento de los personajes partiendo de la imagen inicial de la serie de los tres niños jugando a karuta. Y si todo ello no bastara para eclipsar al capítulo de One Piece de esta semana, la serie acaba con una de esas viñetas de "no retorno" que no se podrá deshacer.
Temo por la serie, porque Yuki Suetsugu definitivamente va a por todas las tramas con todas las consecuencias. Es arriesgado. La mujer es buena, muy buena, pero es indudable que los cierres de la series románticas suelen ser bastante flojillos, y los de las deportivas también (bueno, los cierres de los mangas en general, para que engañarnos), pero la mujer no parece querer ir a lo fácil y dejarnos a los fans con la sensación de que ha dejado cosas en el tintero. La confianza que tiene esta mujer en su obra y su trabajo es una de las virtudes de este manga, y quiero creer que lo seguirá siendo hasta el final.  

miércoles, noviembre 05, 2014

Esto no es Negima

UQ Holder 56

Hubo un momento en el que Negima se le fue de las manos a Akamatsu. Su finalización fue abrupta y mejorable, pero no traumática. UQ Holder comenzó algo lentamente, y la historia aún sufre para mantener al protagonista en las batallas ante los monstruos ya consolidados del mundo que ha recreado. Pero lo cierto es que ahora mismo es un manga refrescante. Akamatsu se ha librado de las cadenas del echii, e incluso ha evolucionado lo suficiente como narrador para saber que a veces menos es más y que no es necesario poblar cada viñeta con tropocientas líneas de texto.
Pero al margen de todo ello, el tono de la historia es sorprendemente adulto. No hablamos de Urasawa, claro. Akamatsu es Akamatsu, seguirá metiendo desnudos ligth y todos sus personajes serán divertidamente arquetípicos. Pero si uno oía Akamatsu y zombies en una misma línea pensaría en algo tipo “Sankarea”, y lo cierto es que estamos ante algo más cercano a “High school of the dead”. Esta claro que al autor le interesa lo que le interesa, la comedia y el echii inocentón estarán siempre ahí y las reflexiones profundas no serán muy profundas… pero el motor de esta saga es una muerte por acoso escolar. Podrá camuflarse con una nigromante moe, podrá servir para luego tener al clásico bueno “sádico” cuando Santa se una a UQ Holder. Pero el motor de esta saga seguirá siendo el mismo, y es sorprendente y gratificantemente adulto y serio para lo que uno espera del padre de Keitaro Urashima.

lunes, noviembre 03, 2014

La batalla por Hyrule

Hyrule Warriors

Cada cierto tiempo, cuando el mal acecha a Hyrule, un héroe valeroso vestido de verde aparece para salvarlo. Sucede que una maga que se dedica a vigilar la Trifuerza, el equilibrio, el karma y esas cosas es una fan del héroe, y desde una dimensión oscura alguién -para nada imaginable- la manipula y saca el mal de su interior hasta que enloquece y acaba desatando un caos dimensional en el que convergen varias eras de la historia de Hyrule.

Esta grandísima chorrada es el argumento de Hyrule Warriors. Zelda no es una franquicia que tenga unos argumentos especialmente complejos porque no le hace falta. Sobra decir que, si el juego en si es una inclusión de la franquicia en el género "musou", el argumento es aún menos importante. No tener historia sería muy descarado, pero esta lo único que tiene que hacer es dar una excusa cutre para poder traer de vuelta a la carismática Midna y ponerla a lanzar puyas mientras el gran Darunia da martillazos a su lado y Fay hace observaciones obvias desde la distancia. Eso es lo que necesita este juego, y eso es lo que el argumento le da... amen de un par de personajes muy poco nintenderos que se notan surgidos de la mano de los creadores de Dead or Alive.
Hyrule Warriors es un musou con temática Zelda, en ningún momento ha de pensarse que es un Zelda al uso. Es un juego de acción masiva, donde iremos con un personaje de la serie reccoriendo escenarios que suelen basarse en pequeñas salas unidas por caminos -o por campos abiertos- que debemos ir conquistando o defendiendo contra hordas de centenares de enemigos a los que ocasionalmente se les unirá algún jefe. Al acabar cada pantalla rara vez no superaremos el millar de enemigos derrotados, pudiendo llegar a duplicar o triplicar esa cifra. La acción de este género es simple y se basa en ataques débiles, fuertes, especiales y las acciones de esquivar y cubrirse. El control es muy simple y uno se hace enseguida con el, aunque el hecho de que todos los combos se ejecuten de igual forma no significa que el juego sea fácil de dominar pues cada personaje tiene unos ataques con distinto poder y rango (es obvio que no ha deser lo mismo controlar a un peso pluma como Sheik que a un tanque como Ganondorf).
El juego añade como variación con respecto a los musou tradicionales el uso de objetos. Tenemos los objetos tradicionales de la serie (bombas, gancho, arco, boomerang y botellas) que usaremos para acabar con los monstruos gigantes que en ocasión apareceran (no confundir con jefes, que son otros personajes del plantel) y a los que sólo podremos hacer daño después de descubrir su punto débil en lo que es un elemento claramente tomado de la saga del elfo de ropas verdes.
La pregunta es... ¿Quién demonios elegiría a Maripola como un personaje icónico de la saga?
El juego es entretenido. La jugabilidad es más simple que el mecanismo de un botijo, es un mata-mata con pocas complicaciones. Pero su simplicidad funciona relativamente bien. El juego es adictivo. Dentro de su monotonía, ofrece cierta variedad de situaciones y el jugador siempre ha de estar haciendo una cosa u otra, no basta con ir a lo loco.
Tendríamos dos modos de juego principales. Uno "normal", donde la disparatada historia se sucede entre grandísimas batallas. El segundo, el modo "aventura", donde tenemos un gran mapa donde cada casilla es una fase, donde hay objetos como bombas o velas que nos servirán para desbloquear tesoros como piezas de corazón, armas o unos pocos personajes desbloqueables unicamente a través de este modo. En este modo de juego también se presentan batallas distintas, como acabar con enemigos en un tiempo concreto o enfrentarse a los enemigos bajo unas condiciones concretas (el primer DLC, Master Quest, añade un nuevo mapa donde este tipo de condicionantes se han hecho aún más notables).
La duración del primer modo es algo limitada, aunque las pantallas son muy rejugables y han de superarse con varios personajes para conseguir todas las skulltulas que nos darán misiones extras o las piezas de corazón que aumentaran la salud de cada personaje. No obstante, la duración del segundo modo es absurdamente grande y puede colocar el juego por encima del centenar de horas. Como he mencionado antes, el primer DLC añade un mapa más, con lo que la duración se extiende aún más con este contenido descargable y los que están por venir (no siendo para nada fan de las descargas, tengo que decir que en este caso me parecen rentables).
Los genéricos villanos. Hay que decir que Volga tiene su carisma...
Cya podríamos decir que tiene un par de carismas...
el Invocante no carisma ni siendo irónico.
 
Pero el objetivo principal del juego es, eso está claro, el fanservice. Y eso lo tiene, en abundancia y de calidad. Los escenarios pueden pecar algo de simples, pero tienen sus detallitos y en general harán esbozar una sonrisa al jugador. Los enemigos masillas son también muy identificables, en los objetos tenemos items que ya sabemos usar antes de recogerlos. La música es un remix guitarrero de los clásicos de la saga y suena muy bien (aunque he echado en falta una reinterpretación del tema del Valle Gerudo, uno de mis favoritos de la serie). Encontramos eventos como Bombonchus gigantes que avanzan hacia nuestros bastiones, el ataque de los cuccos o la caída de la luna de Majora. Tenemos monstruos como Dodongos o Ghoma. Y luego, naturalmente está el casting de personajes, que es lo que verdaderamente importa en un juego como este. Los personajes controlables son: Link, Impa, Sheik, Zelda, Ganon, Darunia, Ruto, Midna, Zant, Maripola, Fay, Grahim y un personaje nuevo llamado Lana. Una actualización del juego incluye a los tres villanos principales.
La elección de personajes es algo
 discutible. La preponderancia
de féminas es ridícula.

No son demasiados personajes, pero algunos de ellos tienen varias armas y el elegir una u otra cambia por completo al personaje, con lo que tendríamos unas veinte formas de afrontar el juego. Conociendo esta franquicia me esperaba algo peor, un juego que se notara premeditadamente falto de contenido para justificar así después su secuela. Sin embargo, sintiendo que se han dejado a Skull Kid y algún que otro personaje para el DLC, pensando que quizás de alguna forma podrían haber metido escenarios de juegos de estética no realista, no tengo la sensación de que sea un juego corto o recortado. 
Tecnicamente cumple, aunque sufre mucho en el modo de dos jugadores, donde encuentro el único defecto serio del juego pues parece como si el juego se ejecutara dos veces y -aunque es tan correcto como lógico que un jugador juegue en la televisión y otro en el mando- es ridículo que el número de enemigos para cada uno de ellos se reduzca tan drasticamente como lo hace. No tiene cooperativo online, algo que supongo que guardarán para una hipotética segunda parte.

¿Recomendable? Es un musou, y no es un género que guste a todo el mundo. Pero a mi me ha divertido mucho el juego, y estoy seguro de que continuará haciéndolo durante los propios meses. El poder acabar con hordas de enemigos con Zelda, el poder volver a controlar a Midna o el poder manejar a Ganondorf es algo que creo que todos los fans de la serie queríamos. Recomendaría a cualquier profano en el género probarlo antes, pero para cualquier otro que tenga experiencia en el género y que sea fan además de la serie lo considero casi un imprescindible.