jueves, octubre 02, 2014

Trazos de vida

Barakamon

Handa Seishuu es un joven calígrafo que vive bajo la sombra de su reputado padre. Tras un varapalo en un concurso acaba agrediendo a uno de los jueces y es enviado por su padre a una remota isla para que se tranquilice y encuentre su verdadero y propio estilo de escritura.

Este anime pertenece a ese género, tan extendido en manga, anime, literatura, cine y hasta porno de "regreso al campo". Una persona de ciudad, extresada y agobiada, viaja al campo y ahí descubre el placer de las cosas sencillas y toda esa mierda. Como persona que precisamente huyó del campo hacia la impersonalidad de las ciudades no puedo decir que me apasione esa idea y ese género, pues me parece bastante falso. No obstante, es una idea que suele funcionar muy bien en la ficción.
Y como ficción que es, este anime funciona a las mil maravillas. Barakamon es, ante todo, una comedia, una comedia costumbrista y melancólica... pero una comedia ante todo. El enfrentar a Handa, arquetipo de hombre de ciudad, siendo además bastante torpe y antisocial, con un grupo de ancianos bonachones y un puñado de niños hiperactivos carentes de cualquier tipo de inhibición siempre va a funcionar bien.
Tenemos las clásicas cosas rústicas de campo, la privación de comodidades y las costumbres casi olvidadas. El protagonista las conoce todas y pasa del espanto a la sorpresa, y después a la comprensión y al enamoramiento. Todo ello mientras busca inspiración para escribir y Haru -la niña principal- y el resto de secundarios no paran de molestarle.
En mi opinión tarda un poco en arrancar, tira un poco de algún tópico de moda como la fujoshi otaku, o algún episodio o gag que sencillamente no funciona tan bien. Pero en contraposición a estos defectos tenemos un estilo artístico precioso, con unos diseños que no escatiman en deformaciones cómicas de todo tipo, y que queda culminado por un guión que le permite utilizar el grafismo de la caligrafía.
El ritmo de la serie es el esperable de un slice of life, al principio presentación de personajes y luego interacción de estos con pequeñas cosas de la vida como motor. Al final la serie tenemos una pequeña trama para tener algo de drama y presentar la moraleja final, pero todos sabemos que en estas series es lo de menos.
Es una serie simpática, con un duo protagonista con una química brutal y unos secundarios que siempre están ahí para evitar que la serie se estanque demasiado. No inventa nada, y estoy algo en contra de ese halo de "serie buena" que parece tener sobre ella, pero en líneas generales es una comedia que se ve muy facilmente y que me parece sumamente recomendable.

4 comentarios:

Anonimatus dijo...

Buen artículo, habrá que buscar tiempo para ver la serie.

Completamente de acuerdo con que el campo está sobrevalorado, como antiguo niño que pasaba los veranos de su infancia en el pueblo de los abuelos todo se vuelve muy aburrido una vez que ya que te lo conoces todo.

leopar dijo...

Existe esa creencia de que "en el campo, toda la gente es buena", en contraste con lo taimado y egoísta de la gente de ciudad, así que el tema se presta para muchas historias como esta.

Aún así, la historia me gustó mucho. El contraste entre el tipo citadino (con todos sus prejuicios) y la forma como es recibido y aceptado por la gente de la isla, se me hizo muy simpática; además de que muchas de las situaciones eran realmente hilarantes.

No es una serie que pasará a la historia, pero se deja ver, y te deja con una sonrisa en los labios al final de cada capítulo.

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo contigo.
Recuerdo que hubo algunos capítulos del principio que me dejaron bastante fría, con unos cuantos gags que no funcionaron en absolutos, pero de pronto la serie consigue arrancar y menudo enganche.
A mi me ha parecido también una buena serie y con momentos realmente divertidos, que no es fácil
:)

eter dijo...

Anonimatus, yo me críe en el campo... así que no puedo comparar. Pero si que tengo que decir que me parece mejor para los niños, con mucho más terreno que correr.

leopar, a mi en algún momento se me hacía demasiado exagerada la "oda a las gentes del campo", pero lo cierto es que con un protagonista tan fuera de lugar y el buen espectro de secundarios que le putean de continuo, es una muy entretenida serie.

Magrat Ajostiernos, si, uno de los problemas de este tipo de series es que son muy "episodicos", tienen una idea y todo el episodio va sobre ella aunque luego se vayan a olvidar de ella durante el resto de la serie. Y si esa idea funciona, pues tenemos un buen capítulo.. pero como no sea el caso, pues nada, 20 minutos bastante sosos.