domingo, mayo 31, 2009

Conociendo (demasiado) a Rincewind

Fausto Eric

Que una novela corta se haga larga es mala señal, y eso es precisamente lo que me ha sucedido con esta nueva entrega de Mundodisco.
No es un mal libro, pero es un libro en el que todo esta visto ya. Originalmente la obra fue concebida como una novela cuasi gráfica, con numerosas ilustraciones. Ello explicá lo corta que es y el gran despliege de fantasía y ritmo que tienen sus páginas, pero sin imágenes que ilustren la imaginación de Pratchett el libro pierde bastante de su potencial. Sin imágenes, el libro se convierte en la cuarta aventura (en nueve libros) de Rincewind, y Rincewind sólo sabe huir. Y el lector esta cansado de ver huír a Rincewind.
El hechicero más negado del Disco no es, ni mucho menos un mal personaje, pero se me está haciendo muy monótono desde la marcha de Dosflores. El turista era un compañero perfecto para Rincewind, le metía en lios constantemente y ofrecía al lector un complemente perfecto a su cinismo y pragmatismo. Pratchett no ha encontrado todavía un sustituto a la altura y Eric es un personaje bastante decepcionante.
Luego la historia en sí tampoco es la mejor de las vistas hasta ahora en este mundo. Demasiado tópica y predecible, y Pratchett incluso se repite recreando el mito de Troya que ya vimos en "Piromides". El resto de historias no están mal, pero se notan demasiado ligeras y sencillas y parecen más la excusa que Pratchett da a su ilustrador que una historia propiamente dicha. Naturalmente, el Equipaje está inmenso, como siempre. Y el autor británico consigue también recrear un infierno bastante divertido (aunque algo fuera de lugar en la mitología de MundoDisco) en los que son los pasajes más inspirados de la obra. Pero es, en general, un libro bastante flojo.

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