sábado, enero 31, 2009

Cuando Oda suma en base diez

One Piece 530 - De infierno en infierno

Continuan los capítulos de transición, de viaje a traves de los infiernos hasta que alcanzemos el más profundo nivel del inframundo que Impel Down parece ser. Es este un capítulo en el que no sucede gran cosa, si no uno en el que comenzamos a ver las consecuencias de los actos cometidos en los capítulos anteriores. Una de las grandes virtudes de Oda es que es perfectamente coherente y lógico, y todo lo que pasa después repercute en el futuro. Obviamente hay sorpresas y giros de guión -los hay como en pocas series-, pero en One Piece 2 y 2 suelen sumar 4. Así pues, mientras Oda rellena un número de páginas lo suficientmente notable como para dignificar la gran prisión marina, nos muestra infinidad de personajes y situaciones.
La primera escena que vemos, y quizás la que más me ha gustado, es ver como los prisioneros del nivel 2 se han visto liberados y como de la nada ha aparecido un motín que, si bien no debería ser muy importante, si supone un importante bloqueo para el gobierno mundial. Luffy no sólo podría rescatar a su hermano, podría desatar el mayor caos jamás visto. Pero este caos se debe al gran Buggy, a su afan de protagonismo y a su simple sentido común. Cuantos más criminales haya fugados, mayor sera el caos y mayores serán también las posibilidades de escapar. Ahora ese caos parece propagarse al nivel 3, y nada hace pensar que no se propagará aún más hacia abajo y constituirá una auténtica revolución en la prisión. Y en este nivel 3 ya hemos encontrado al que inevitablemente -pues se considera a si mismo "amigo" de Luffy- miembro de la Liga de la Fuga: Bon-Clay. Lo que este histrónico loco puede aportar al grupo es algo que ni siquiera quiero pensar.
Pero el caos de Oda siempre esta justificado. Así vemos que la esfinge que apareción en el capítulo anterior no sólo sirvió para abrir el camino hacia el nivel 3, si no que ahora también es útil para acabar con la red de piedra marina con la que los marines les habían emboscado. La existencia de este tipo de recursos y trampas era poco menos que inevitables, y Oda ha conseguido resolverlo en esta -quizás primera- ocasión con gran habilidad. No obstante, el factor de sorpresa ha desaparecido y ahora todo va a ser mucho más complicado, los guardas les van a estar esperando y ya hemos aquí la primera de las trampas especificamente colocadas para el grupeto protagonista. Además, ya se nos ha informado de la existencia de cuatro poderosos guardianes en el siguiente nivel, rivales que no deberían frenar demasiado a Luffy pero que sin duda comenzaran a mostrar el verdadero potencial de los cancerleros. El viaje fácil se esta acabando y ahora comienza el verdadero infierno.
Todo esto, como siempre, lo vemos con un sentido del humor desbordante, con una gran reaparición de nuestro querido Mr.2, con la particular relación de Luffy con Buggy y Mr.3 y con ese gran hallazgo cómico que Oda desveló hace un par de años y que responde al nombre de Monkey D Garp.

domingo, enero 25, 2009

Stage 2 - Completed!

One Piece 529 - "Infierno de bestias"

El basilísco sólo era una muestra y en este capítulo Oda ha confirmado definitivamente que el segundo nivel de Impel Down era un gigantesco zoológico donde monstruos de todo tipo canchaban a sus anchas. El mangaka japones siempre ha tenido una pasión desmesurada por dibujar animales y este nivel le ha dado la excusa perfecta para añadir unas cuantas bestias más a su particular bestiario. No obstante, el viaje a través de estos niveles carece de verdadera emoción, Oda afronta estos capítulos de transición sabiéndolo a la perfección, y para compensarlo nos compensa mediante el humor y los preámbulos de lo que vendrá.
Como siempre, el humor destaca casi por encima de todo en este manga. En este capítulo Oda ha bautizado incluso al nuevo grupeto protagonista como "La liga de la fuga" y ha conseguido integrar definitivamente a Mr.3 dentro del grupo. El antiguo Barroque no es sólo alguién muy inteligente y que domina a la perfección una fruta que bordea el terreno de las logia, si no que además hace gala de esa mezcla de estupidez y mala suerte merecida que tienen muchos de los villanos de la serie (donde el máximo exponente sería precisamente Buggy). Las aventuras de este grupo por los diversos niveles verdaderamente no importan a nadie más allá de las incorporaciones que puedan sufrir y es imposible querer añadir algo de tensión a todos estos capítulos de transición, Oda lo esta compensando con creatividad y humor. Aquí tenemos a una legión de monstruos clásicos rediseñados con la particular estética de la serie, monstruos que no ponen en grandes aprietos a los protagonistas pero que nos arrancan alguna que otra sonrisa. Mánticoras que gritan obscenidades cogen el relevo del basilisco y nos conducen hasta la partícular visión de la esfinge de Oda. Y mientras tanto vemos esos particulares gags rápidos y naturales que tan grande hacen a esta serie.
Interesante es como Oda consigue mantener el grupo unido. El mangaka se esta valiendo de infinidad de trucos, pues resulta obvio -y no lo ha querido negar en ningún momento- que Buggy y Mr.3 quieren ir hacia arriba y no hacia abajo, pero de momento el resultado esta siendo divertido y elegante. No obstante, no tendría mucho sentido -más allá de la habilidad del hombre de cera para crear llaves- el que el grupo no se disolviera; Oda ya ha comenzado a mostrarnos las imágenes de perfil de Impel Down, es sólo cuestión de tiempo que mientras Luffy prosiga con sus aventuras veamos a Buggy, Mr.3 y quienquiera mas que se agrege al grupo nos muestren algo más de la prisión mediante esas clásicas viñetas que salen de los diagramas que tanto le gusta usar a Oda.
Por último, todos estos capítulos de transición son aderezados con pequeños retazos de la historia principal. Desde que la situación de Ace se convirtió en el eje de la serie, Oda ha alternado la operación de rescate de Luffy con pequeños diálogos entre otros personajes que nos ayudan a comprender un poco mejor todas las dimensiones de la guerra que se avecina. Durante el viaje con Boa vimos a Ace dialogar con Garp, ahora conversa con sus compañeros de celda: Jimbei y Cocodrile. El primero se confirma como un personaje de honor y, ante todo, como un pirata por obligación. Jimbei es, como todos los tritones, alguién marcado por la esclavitud; trabaja para el gobierno para acabar con los piratas y proteger de alguna forma a su pueblo. Y su honor le obliga a respetar a Barbablanca, pues fue este el que protegió la isla de su pueblo cuando esta se convirtió en una tierra sin ley (aquí sería conveniente preguntarnos que era lo que hacía el gobierno mundial mientras tanto). Y junto a ellos el siempre maquinador y malvado Cocodrile. El retorno de este antiguo shichibukai a la historia principal era algo que todos, en mayor o menor medida, deseabamos. Cocodrile es el villano más tradicional de la serie, un hombre que desprecia a los débiles pero que es lo suficientemente inteligente para conocer sus limitaciones y saber que en muchas ocasiones ha de anteponer el uso de la inteligencia sobre el de la fuerza. Su reencuentro con Luffy es, sin lugar a dudas, uno de los momentos más esperados de esta saga.

martes, enero 20, 2009

Apuntar alto y disparar a ciegas

Hyakko

Esta serie se encuadra dentro del género de "slice of life colegial" que tanto se ha visto en estos últimos años y que, normalmente, tiene en su centro un grupo de jóvenes muchachas de cuyas peripecias y particular forma de ver la vida seremos testigo. No es una serie de gags tan marcados como "Azumanga Daioh" y la suya es una narración mucho más tradicional influenciada por un humor mucho más sencillo y directo. Hyakko, no obstante, esta muy lejos de la mítica serie de Tomoko, Osaka, Chiyo y compañía. Es una serie con algunas buenas ideas pero con un desarrollo irregular y decepcionante.
Hyakko nos presenta un instituto donde veremos como progresa la amistad de un cuarteto de muchachas y de la media docena de amigas que las secundan. Las personalidades de las cuatro protagonistas son, como es de esperar, bastante distintas entre sí y se complementan entre ellas. No son personajes excesivamente originales pero estan bien tratados. Las secundarias son personajes mucho más caricaturescos y excesivos, siendo algunas de ellas más originales y otras más tópicas y estando algunas mejor aprovechadas que otras. El resultado global es una docena de personajes bastante simpáticos y agradables de ver, aunque la comedia que proporcionan no es la mejor de la historia y su drama está muy lejos de poder siquiqera ser considerada como tal.
La serie, si bien agradable en su idea, está lastrada por dos importantes defectos: ritmo y producción. El ritmo de la serie es francamente malo, alternando episodios buenos con gags originales y divertidos, con otros tremendamente aburridos o intrascendentes que no parecen tener otro fin que el dar sus minutos de gloria a los personajes menos carismáticos del grupo. Este ritmo y esta composición resultan un importante defecto de la serie pues, tan pronto como nos encontramos con un episodio brillante, se nos cambia radicalmente el argumento y vemos como el excelente sabor de boca que nos había dejado el primer cuarto de hora del episodio queda empañado por unos últimos cinco minutos nefastos. Y el otro gran defecto de la serie es una pésima e ínfima animación. Unos excelentes diseños de personajes quedan absolutamente destrozados por una animación horrible que desdibuja sus rasgos y formas continuamente. Además, la animación no es ningún momento arriesgada y una rotulación excesiva que resalta el colorido y los contrastes se convierte en una trampa mortal.
En resumen, Hyakko es una serie entretenida y con algunos buenos momentos, pero también un producto bastante decepcionante pues las buenas ideas iniciales desaparecen en un mar de medianía.

lunes, enero 19, 2009

Una nueva hermana de agiel llamada Nicci

La espada de la verdad - Libro 6 - La fé de los caídos

Sexto libro de la saga "La espada de la verdad", este libro recupera lo mejor de la serie tras un par de últimas entregas en las que el nivel había decaído bastante. Aquí Goodkind, si bien sigue haciendo gala de algunos de los defectos que han lastrado la serie en los últimos libros, recupera las más importantes virtudes de esta.
La trama es basntante más extensa cronologicamente de lo habitual. Si en los cinco libros anteriores podemos decir que transcurría un año real, sólo en este libro se ocupa el mismo tiempo (aunque para ello Goodkind se valga de una más que notable elipsis narrativa). Así mismo, lo que en los libros anteriores solían ser acontecimientos de gran importancia pero muy localizados, aquí esta mucho más globalizado. La gran guerra contra la Orden Imperial se muestra en su plenitud en este libro, y así mismo también se nos presenta el origen del enemigo y su país natal. La trama bélica esta bastante bien llevada y presenta una guerra total que se aleja de las batallas que solían centrar la atención en los libros anteriores, aquí a cada escaramuza y cada enfrentamiento le siguen otros, y así se consigue transmitir la sensación de desgaste y desesperación que una guerra realmente es. En cuando al Nuevo Mundo, Goodkind gasta muchas páginas en describirnoslo y explicar así tanto la mentalidad como los ideales de los hombres que hasta entonces habían sido los grandes enemigos de la serie. En este aspecto hay una notable evolución en la narrativa de Goodkind pues nos muestra la guerra como lo que realmente es, una locura que transforma a buenas personas en demonios (y aquí el ejemplo más claro se ve en los horrores que Kahlan y Verna se ven obligadas a cometer y las personas humildes y honestas que Richard conoce en el Viejo Mundo).
La parte de Kahlan es bastante convencional y nos vuelve a mostrar a la gran heroína en la que esta se convierte cuando su esposo no esta presente. Cuando Richard esta junto a ella, Kahlan es "la chica", cuando no, Kahlan es la Madre Confesora, la auténtica soberada de la Tierra Central. Como siempre, hay cierto toque misógino en esta serie al dar finalmente la razón a Richard en sus pensamientos, pero en este caso ambos son comprensibles pues uno es un héroe caído y la otra es una mujer que sencillamente no puede resignarse a no hacer nada y escoger el mal menor. Por parte de Richard viene la gran novedad de esta entrega y esa responde al nombre de Nicci, una hermana de las tinieblas que entra en la galería de memorables villanos-amigos de la serie con una personalidad que oscila entre la indiferencia absoluta, la tristeza y la simple y llana locura. Nicci es un personaje excelemente construido que recuerda en cierta manera a Denna, Cara o el resto de las mord-sith. Un personaje que crece junto a Richard y que encuentra la redención que buscaba al final de libro y amenaza con convertirse en una de las piezas claves de la saga en los siguientes libros.
No obstante, el libro tiene defectos. La historia es más apasionante que la de "El espíritu del fuego" y los personajes están mucho mejor construidos, pero ello no evita que el autor caiga en los fallos que cometió en este. Nuevamente hay muchos personajes que no aparecen, no son necesarios y en cierta manera es de agradecer que no esten presentes a la fuerza, pero aún así resulta imposible no echar de menos a Chase, Escarlata, Shota, las Hermanas de la Oscuridad o Berdine. Así mismo, si bien en su gigantesco flashback Nicci esta fenomenalmente retratada, este dibujo se echa algo por los suelos al desdibujar demasiado la sociedad del Viejo Mundo y caer Goodkind en su maniqueísmo político. Si "El espíritu del fuego" atacaba a la democracia en sí, esta entrega es una crítica bestial al comunismo, pero al ridiculizar este para resaltar sus defectos la sensación es casi la contraria. El pensamiento de un escritor se refleja en sus libros, pero me parece que en este caso Goodkind siempre adolece de una falta de tacto y de una imposición de ideas más que notable. Su idea de las libertades absolutas, de que cada hombre ha de tomar sus decisiones y demás... cuando tiene un héroe al que todos siguen, no deja de ser algo contraproducente.
Estos defectos, así como unas atribuciones demasiado exageradas a Richard y su don para cambiar a la gente, son quizás los defectos más remarcables de un libro que, no obstante, es un paso adelante con sus predecesores. Goodkind ha mejorado como narrador y además comienza a enlazar mejor los distintos libros de una saga que hasta este momento se había mostrado demasiado episódica.
El estilo de Goodkind es, como siempre, tremendamente accesible. Si bien alguna que otra descripción es recursiva o excesiva, el suyo es un estilo tremendamente ameno. Narra con sencillez batallas y viajes, consigue unos diálogos notables a pesar de alguna que otra tendencia al discurso fácil, y desarrolla a la perfección sus personajes.
Un libro que, claro esta, sólo puede recomendarse a todos aquellos que hayan disfrutado con los cinco anteriores, pero que dentro de estos destaca como uno de los mejores.

domingo, enero 18, 2009

Hace 450 capítulos...

One Piece 528 - Jimbei, señor del mar

Cuando apareció Arlong, poco después del duelo de Zoro con Mihawk, se mencionó por primera vez a Jimbei: un tritón que había ascendido al puesto de Shichibukai. Desde entonces fue una pequeña constante en la serie, hemos ido conociendo poco a poco al resto de piratas renegados, pero Jimbei ha sido el último en aparecer fisicamente. En su día supongo que sería un enemigo que Oda preparó para enfrentarlo a corto-medio plazo con la banda, pero ese rol fue desempeñado finalmente por Cocodrile y Oda consiguió una popularidad que le permitió desarrollar su trama mucho más allá de lo que había pensado en un principio. Tal es así que si en un principio nos imaginamos a Jimbei como un "Arlong más fuerte", ahora lo vemos más cerca de Fisher Tiger, Boa Hancock o el propio Dragon.
Pero ya hablando del episodio nos encontramos con un capítulo extraño e irregular, pues con el demonio del veneno nos presenta la media docena de páginas más aburridas que le recuerdo a esta serie en mucho tiempo. Comenzamos, como no puede ser de otra forma, con el basilisco. Es impresionante como Oda recurre a toda su imaginación para sustituír esa mítica criatura por una versión mucho más acorde con el espíritu de la serie: un pollo gigante con rasgos ofíbidos. Naturalmente no es un rival para Luffy, pero sirve de sobra para rellenar unas pocas páginas de transición y mostrar las virtudes de la serie. La imaginación de Oda es portentosa y es en pequeños detalles como este en los que se revela. Y lo mejor no es sólo el surreal diseño de la criatura, si no la hilarante conversación que Luffy y Buggy mantienen sobre él. Basilisco aparte, la parte de Luffy nos muestra como Buggy abre todas las celdas que encuentra a fin de provocar el caos en la cárcel, es esta una actitud que nos libra de ver como Luffy tiene que decidir si rescatar o no a antiguos enemigos (Oda es lo suficientemente inteligente para esquivar este problema moral innecesario siempre que puede). Mr.3 se ofrece así voluntariamente a ayudar a Luffy -suponiendo, supongo, que el objetivo del protagonista es subir y no bajar más-, y se une a un grupo muy extraño y surreal en el que no se como encajará.
La siguiente escena a comentar, y es importante porque es realmente floja es la Boa con el alcailde de la prisión. El alcailde y su pasión por los venemos conforman un personaje típico de la serie, pero su presentación no ha sido bien llevada y los gags no funcionan demasiado bien. Es además un personaje que teoricamente ha de ser bastante fuerte, y esta presentación no consigue insulfrarle demasiada presencia. Son muy pocas páginas y no son demasiado malas, pero sorprenden por no ser lo monstruosamente buenas que suelen serlo en esta serie y por no tener más aliciente que volver a ver a nuestra querida Boa poniendo caritas.
El úlltimo elemento y el más importante es, claro está, Jimbei. Shichibukai que, como esperábamos, no parece otra cosa que la personificación de la fuerza bruta. Pero como hemos descubierto desde que Hatchan reapareció en la historia, el trasfondo de los tritones es mucho más profundo y oscuro de lo que pensábamos. Vemos claramente marcas que parecen identificarlo con los Piratas del Sol, luego es de presumir que su pasado pueda haber estado por la esclavitud además de por la conocida opresión que sufren los de su raza. Pero estas marcas son muy similares a las de Dragon y podemos plantearnos la pregunta de si Jimbei esta relacionado directamente con el revolucionario (algo que no creo, o al menos no creo que se pueda afirmar mediante algo tan claro como unos tatuajes) o si la relación es indirecta y de alguna manera ambos proceden del mismo lugar (lo cual implicaría que el padre de Luffy habría sido esclavo en algún momento de su vida). En este aspecto, más que Luffy, será interesante ver si Oda nos regala una buena conversación entre Jimbei y Boa y descubrimos algo más sobre Fisher Tiger o el pasado que ambos comparten. También sería muy interesante un encuentro entre el shichibukai y Franky a fin de recordar la figura de Tom-san (tritón también marcado con la señal de los piratas del Sol), pero es obvio que -al menos de momento- este encuentro es poco menos que imposible.
El papel que Jimbei -encerrado en la misma habitación de un Ace al que parece respetar- es difícil de discernir. Es de suponer que si sirve al gobierno mundial es para proteger a la isla de los tritones (de una forma parecida a la de Boa con Amazon Lilly), pero tanto si obedece al gobierno como si se guía por un extraño altruismo que quiere acabar con las guerras, resulta dificil entender porque no ha acudido a la llamada de guerra contra Barbablanca. Son incógnitas que Oda sin duda responderá, pero que actualemente me desorientan algo. El que Jimbei se vaya a unir a la fuga es algo que ni siquiera tengo claro gracias a lo imprevisible de la serie, pero lo que resulta obvio es que Jimbei no ha salido de las sombras después de 450 capítulos para aparecer fugazmente. El tritón se va a convertir, indudablemente, en otro divertido elemento de ese gigantesco caos en el que se está convirtiendo la gran prisión marina de Impel Down.

Back from the freakshow

Tinnitus Sanctus World Tour 2009

De nuevo, mi blog deja a un lado las reseñas tradicionales para ofrecer una pequeña crónica del concierto al que asistí el pasado viernes en Madrid. Un viaje de 400 kilómetros que tenía como objetivo ver en directo Edguy y que no me decepcionó en absoluto. Los tres grupos que componían el cartel estuvieron a gran altura y el escenario de la Joy Eslava resultó impresionante. Paso ya a analizar los distintos grupos y sus actuaciones.


HEAT

Sin lugar a dudas, la más agradable sorpresa de la noche. Un grupo que no había escuchado y cuyo único disco se ha colado ahora en mi lista de prioridades. Un hard-rock muy agradable con unas reminiscencias ochenteras increibles (algunos de sus miembros parecían sacados de una máquina del tiempo). Un directo muy notable, el frontman que conseguía la complicidad del público (aparte de tener una excelente voz en directo) y el resto de los miembros de la banda no paraba de moverse. Se marcaron algunos buenos momentos y mostraron una buena variedad de registros; una buena y sentida balada, un rock puro por momentos, letras y melodías pegadizas y fáciles de seguir y algunos buenos solos instrumentales. No era una música excesivamente original, pero su sonido era bastante fresco y se agradece la existencia de bandas como esta. Teniendo en cuenta que eran los "calentadores", se gastaron un concierto bastante largo, pero fueron 8 canciones que se hicieron muy cortas para el público. Toda una sorpresa.

Andre Matos

Seguramente, la actuación más decepcionante de las tres. El suyo fue un concierto sorprendentemente corto (no mucho más largo que el de HEAT, y Andre Matos tiene nombre para merecer más de una hora de show), y además fue lastrado por dos importantes factores: el público (en el cual me incluyo) no conocía demasiado las canciones y Matos se notó molesto por ello pues esperaba una mayor cooperación del público (HEAT sabían que no les conocíamos, Matos creía que su disco era más popular y corearíamos más sus letras); el segundo, el sónido estuvo peor que para los otros dos grupos y la voz del genial cantante carioca no lució todo lo que podía de si.
Ya hablando de la actuación en sí, fue irregular. El repertorió de canciones fue bastante bueno, con unas espectaculares "Letting go" o "How long", aunque la voz de Matos -por las cuestiones técnicas antes comentadas- no brilló tanto como podía. Matos es un frontman genial y llenaba el escenario con su frac. sus juegos con el micrófono y su más que solvente castellano. El resto de la banda se mostró más apagada y servicial, con la única excepción de un monstruo a la batería que apenas tiene 17 años.
No obstante, su actuación habría valido la pena aunque sólo fuera por ese grandioso bis que se marcaron con la mítica "Carry on" de Angra. Una de mis canciones favoritas de siempre.

Edguy

El plato fuerte de la noche y una actuación bastante buena. Sammet tuvo algunos problemas con la voz, las guitarras no sonaron lo bien que debían en algunos momentos y el tracklist -como siempre- es discutible, pero la banda alemana dio rienda suelta a su pink-metal y a su buen rollo en general. El escenario, si bien pequeño, era espectacular y los alemanes lo dominaron desde el principio. Bromearon, pidieron constantemente la colaboración de un publico que se cansó de aplaudir, gritar y corear las canciones.
El tracklist original de la gira ha sufrido algunas modificaciones y Sammet y compañía han eliminado un par de canciones que no estaban funcionando demasiado bien en favor de las clásicas "Babylon" y "Mandrake", dos auténticos himnos de la banda. El concierto fue bastante más heavy de lo que esperaba, pues los alemanes tiraron bastante de sus clásicos más power en lugar del heavy melódico que últimamente predican.
Comenzamos por una floja "Dead or rock", un tema alegre y rockero pero muy superado por otros de la banda. Después llegó la velocidad frenética y los coros de "Speedhoven". Los temas nuevos se tomaron un descanso y la presentación de la banda dio paso a los antes mencionados "Mandrake" y "Babylon", grandiosos y perfectamente seguidos por el público. Les siguió "The pharaoh", compleja y espectacular, pero demasiada larga a pesar de los grandiosos solos (fue la canción que me nos me gustó, aparte claro el largo y anodino sólo de bateria). "Ministry of saints" y "The pride of creation" completaron la presentación de temas del último disco. Una selección muy buena de la que quizás sólo habría cambiado "Dead or rock" para introducir la preciosista "Dragonfly"; no obstante, cuatro temas muy buenos que intercalaron con sus clásicos y que en nigún momento hicieron desfallecer el concierto. "The headless game" es una de mis canciones favoritas y fue toda una sorpresa que la tocaran, maravillosa. Después dos pequeños clásicos del "rocket ride": "Superheroes", grandiosa, y "Save me", un tema que no es de mis favoritos pero que les quedó genial gracias a la participación del público y la coña que Sammet se marcó con Sauer. La primera parte del concierto acabó y el bis llegó con la gran "Out of control" y las divertidas "Lavatory love machine" y "King of fools".
El tracklist es discutible y me habría gustado oir "Avantasia" y "Vain glory opera", y quizás sustituir "The pharaon" por "Theatre of pain" o "The pipper never dies", pero fue una grandísima actuación en la que la banda demostró por un lado su increible nivel y por otro su no menos increible buen rollo.

Además, para completar el fin de semana, el sábado pude por fin poner cara a Raist. Una auténtica joya de persona.

martes, enero 13, 2009

Cuando Osaka conoció a Guu

Cromartie High School

Serie surreal, absurdamente surreal. Y si bien considero que tanto "Azumanga Daioh" como "Hare nochi Guu" son dos auténticos imprescibles de la comedia y del anime en general, no puedo elevar a la misma categoría a Cromartie. Un anime gracioso y absurdo como pocos, pero que adolece de un poco de chispa y que -no nos engañemos- adolece de un estilo gráfico muy particular que a mi no ha terminado de convencerme.
Como la serie de Azuma, "Cromartie" narra las peripecias y la vida de unos jóvenes de instituto mediante episodios inconexos y cortos (aquí hay que mencionar además que cada episodio dura apenas diez minutos). Pero si en esa serie teníamos a seis jovenes muchachas, aquí tenemos a un grupo de delincuentes marginados en cuyas filas se cuentan también un gorila, un mecha, alienígeneas y ¿Freddie Mercury?. En este grupo de marginados acabará Kamiyama, un joven que no ha roto un plato en su vida y que hace gala de un extraño sentido de la lógica con el que razonará con todos sus compañeros. Kamiyama tratará de integrarse en el grupo y a través de su particular visión veremos como su instituto se enfrenta a otros coleguios y como sus compañeros de clase tratan de llevar una vida normal.
El humor de la serie es rematadamente absurdo y surreal, y basta el sólo personaje de Mechazawa para comprobarlo. Las situaciones a las que se enfrentan los personajes son normales, pero la rematada estupidez de todos y cada uno de ellos las transformará en sucesos hilarantes y ridículos. Así pues tenemos a compañeros que acaban en los EEUU por accidente, campamentos de beisbol, reuniones de mascotas, invasiones alienígenas y muchas más chorradas imposibles de enumerar. Y lo mejor de todo es el enfoque terriblemente práctico y lógico que el protagonista les da a todas y que las hacen parecer lo más normal del mundo. La serie, como es normal en estos casos, tiene sus altos y sus bajos, sus gags más inspirados y sus episodios más aburridos, sus personajes más divertidos y los más anodinos. Trata siempre de encontrar un balance entre todos y presentar distintos tipos de humor; en mi opinión lo consigue relativamente, pero no con tanta maestría como los grandes referentes del género.
A nivel visual la serie es, no obstante, rara. El diseño de los personajes tiene un marcado toque retro, y ello se manifiesta también en unos encuadres y composiciones muy desfasados y anticuados. La animación en sí es bastante obsoleta, pero algunos ramalazos de calidad hacen dudar de si es un efecto provocado o una simple dejadez amparada en el particular grafismo de la serie.
Es, no obstante, una serie absolutamente recomendable por lo surreal, absurdo y entretenido de su humor.

lunes, enero 12, 2009

Ante todo... jugar

Lost Winds

Me he decidido al fin a conectar mi Wii a internet y, además de alguna que otra partida al Smash Bross, he probado el sistema de descargas online. Aún a sabiendas de que este juego era bastante corto, y de que existe al parecer una obra maestra llamada "World of Goo" y -sobre todo- una gran colección de clásicos, he optado por el primer gran título que dió este formado. Si bien el juego es muy corto (apenas 3 o 4 horas), teniendo en cuenta su precio (y que en esta ocasión además me ha salido gratis por puntos estrella acumulados), me ha parecido una buena compra.
Wiiware es un sistema con muchas limitaciones y con algunos problemas que es de esperar que arreglen con el paso del tiempo, pero es también un sistema con más que evidentes virtudes. La principal de todas es la simplicidad de sus juegos. No son grandes juegos con grandes gráficos o música espectacular, son juegos todos ellos con un marcado aire "de autor" o "retro". Juegos pequeños donde la jugabilidad está por encima de todo. Este "Lost Wind" es un buen ejemplo de ello.
El juego parte de un concepto tan simple como los plataformas 2D de toda la vida, pero aprovecha las particularidades de la Wii al sustituir el botón del salto por ráfagas de viendo que generaremos con el wiimote. Esta idea la desarrollan en múltiples direcciones, dando lugar a una variedad bastante notable (si nos atenemos a la duración del título) y una jugabilidad bastante trabajada. Aquí naturalmente entra en escena el magnífico diseño de niveles de Frontier; el juego tiene un número bastante limitado de niveles, pero el diseño de estos es sobervio y requiere de nosotros tanto pericia plataformera como de resolución de puzles, así como unas pequeñas dotes de investigación. El diseño artístico de este videojuego también merece una mención aparte pues, sin grandes gráficos y con unas restricciones de tamaño más que notables, el juego fascina por su preciosismo visual.
Es un juego accesible, hermoso y muy disfrutable. Pero es también un juego bastante corto, y aquí entra en escena la decisión individual de si vale o no los 10€ que cuesta pues creo que hay muchos juegos de la consola virtual que lo superan (y en mucho).

domingo, enero 11, 2009

El dia que Yagi nos dió largas

Claymore 87 - El regreso de los demonios

Episodio decepcionante. No es un mal capítulo, ni pasa nada demasiado forzado, pero es un episodio que sabe a demasiado poco. 22 páginas son evidentemente pocas (creo que ha de ser el capítulo más corto de toda la serie) y además finaliza con un anuncio de que no habrá capítulo el mes que viene. Es además un capítulo de transición, donde Yagi corrige el único error del capítulo anterior y nos lo prepara todo para los siguientes.
En primer lugar tenemos a los "zombies". Es algo bastante extraño y todavía no sé muy bien como van a encajar en el universo de la serie. Naturalmente, no habiéndose mencionado nunca hasta ahora, es algo que debe haber surgido en los siete años de reclusión de las protagonistas. A juzgar por su atuendo, parecen Claymore "resucitadas", aunque es imposible decir nada sobre ellas más allá de que parece que no hay hombres en sus filas. Su fin es dificil de explicar, por el miedo que Dietrich parece sentir, y por el hecho de que la olfateen y después la ignoren, podemos adivinar que su objetivo son los yomas -o las Claymores cuando muestra su energía demoniaca-. Podrían haber acabado con algunas Claymore y la noticia haber llegado a Dietrich. Así mismo, esa legión de zombis podrían ser la causa de que Isley se encuentre en ese pequeño pueblo. Es de suponer que su poder, individualmente, no ha de ser muy grande, pero ya hemos visto que son legión. Su origen es más enigmático todavía. La Organización parece centrada en el "proyecto Alicia", y desde luego no parecen fruto de ningún experimento yoki, así que sólo nos quedaría la tercera vía: el pueblo Dragón. El universo que Yagi expandió hace media docena de capítulos comienza a cobrar verdadera forma y podríamos encontrarnos ante la infantería de un nuevo enemigo.
El otro gran eje del capítulo es el enfrentamiento entre Isley y Deneve y Hellen. Si bien en el episodio anterior el Abisal humilló a las dos Claymore, ello hacía que nos plantearamos algunas preguntas. Preguntas que ponían en duda la calidad de la serie. Preguntas que Yagi ha enmendado en este capítulo. En primer lugar la aparente paliza que se entreveía en el capítulo anterior no se ha llevado a cabo. Denev se ha mantenido a la altura de un revelado y nos ha mostrado un combate más que digno, consiguiendo esquivar los ataques de su enemigo e infligirle algunos golpes bastante contundente. Hellen se ha recuperado pronto de sus heridas y se ha unido a la batalla. Ahora ambas han liberado su energía y parece claro que vamos a verlas luchar al cien por cien de sus fuerzas. Es por tanto factible pensar que Isley les sorprendió, seguramente fue un truco narrativo no demasiado acertado de Yagi, pero el mal está enmendado. La subida de nivel de Denev y Hellen va pareja a una bajada de Isley. El revelado ha luchado en este capítulo con una sorprendente contención. No dudo que Hellen y Denev puedan hacerle frente durante algo de tiempo, pero este tiempo sería poco y requeriría que ellas estuvieran cerca de su límite. Ninguna de las Claymore estaba luchando con todas sus fuerzas y, aunque resulta obvio que Isley tampoco, podrían haber sido eliminadas facilmente por el abisal. Algo esta haciendo que Isley se contenga, y la respuesta más fácil nos conduce a los "demonios". Es posible que esten cazando a Isley, que lo encontraran, lo hirieran y lo obligaran a retirarse. En todo caso, saldremos de dudas en el siguiente capítulo y particularmente aventuro una alianza entre Isley y las Claymore que daría mucho juego pues, tras la predecible victoria, nos proporcionaría un narrador tan importante como Isley.

sábado, enero 10, 2009

Nunca el tiempo fue tan bien aprovechado

Regreso al Futuro (trilogía)

Tal y como hice con "El señor de los anillos" o "Indiana Jones", esta tarde he tenido el placer de visionar de un tirón la trilogía de "Regreso al futuro". Una serie de películas que, quizás por su carencia de explosiones o de grandes secuencias de acción, no es tan recordada como otras grandes sagas cinematográficas; pero una trilogía que, por su originalidad y por su tono alegre y triunfalista hace que el DeLorean y la melodía de Alan Silvestri vivan en la memoria de la mayoría de sus espectadores. Es además una serie que muestra a la perfección como una película se puede extender a una trilogía, y como un argumento siempre puede ser revisado y mejorado. Una película que parte de un punto de partida tan complicado como los viajes temporales, pero que sobrevive a ellos perfectamente y logra crear unas excelentes películas donde la comedía y la nostalgia se entrelazan como en pocas obras. Ya sin más dilación, el análisis de cada una de ellas.

Regreso al Futuro

La original. Lo único que podría recriminársele a esta película son esos minutos musicales iniciales (una parte que denota demasiado el estilo que imperaba en el cine juvenil ochentero) y el usar el recurso fácil de que Martin vaya desapareciendo. No obstante estos son detalles perdonables (el segundo, el más grave, puede ser tolerado como medio para añadir tensión a la escena), así como el hecho de que la historia de amor entre Loreaine y George sea extremadamente tópica y que la película haga gala de una moralina fácil y sencilla.
Porque la película no pretende ser más que un entretenido ejercicio de nostalgia. Nostalgia al mostrarnos un mundo de los 50, y comedía al presentarnos el contraste con un joven de los -ya no tan actuales- 80. Y la película consigue este objetivo gracias a un cuidado guión en el que cada detalle, cada palabra y cada imagen tiene como fin resaltar esa extraña imagen de un joven conociendo a sus padres. Pero si el guión es bueno, la dirección no se le queda a la zaga. El trabajo de Zemeckis es sobervio, jugando a la perfección con el tiempo y todas las posibilidades que ello le brinda, otorgando a la película un ritmo diabólico (una constante de la saga es que sus episodios no duran más de 100 minutos) y consiguiendo una tensión espectacular.

Regreso al Futuro. Parte II

La primera secuela. Un caso extraño, carece de la originalidad de la primera y del simple y llano entretenimiento de la tercera. Es más oscura y quizás por ello también menos disfrutable, pero es -indudablemente- la más compleja y ambiciosa de las tres. En esta entrega los viajes en el tiempo se multiplican y se ahonda mucho más en sus consecuencias y las paradojas temporales.
Visualmente es una gozada al ser la única que verdaderamente viaja al futuro, y posteriormente viajar de nuevo al pasado que ya conocimos en la primera entrega y superponer al protagonista en ese mismo tiempo mientras su "yo" de la primera entrega tamibén participa. El guión y la planificación de estas escenas no son sólo las mejores de la serie, son auténticos prodigios narrativos que deberían ser estudiados en las escuelas de cine.
Y paralelamente al drama y al tono oscuro, los guionistas consiguen introducir numerosos gags y mantener el sano humor de la serie. Aquí hay que mencionar que la serie comienza a parodiarse a si misma y comienza a trazar paralelismos entre los diversos hilos temporales terriblemente divertidos.
Además, esta película se rodo conjuntamente con la tercera y ambas pueden ser consideradas precursoras de esa moda ahora tan instaurada. Ello consigue que las historias de ambas esten perfectamente definidas y esta entrega nos deje pequeños detalles que luego serán fundamentales en la tercera y sobre todo, un final abierto sencillamente antológico.

Regreso al Futuro. Parte III

La última. El último acto y el cierre, y como no podía ser de otra forma, la más espectacular y divertida. Un divertimento absoluto donde Doc y Marty se dedican a explotar hasta la saciedad el pequeño universo que la saga ha creado y parodían todo el cine del oeste.
Si bien la segunda película ahondaba en los problemas de los viajes en el tiempo, esta tercera se centra más en la pareja protagonista y trata de hacerlos crecer. Si bien lo consigue, es una evolución bastante tópica y predecible. No obstante, es algo que no sólo se perdona, si no que se agradece; pues para este momento el espectado ya ha alcanzado una gran empatía con los protagonistas y desea ver la resolución de sus conflictos internos.
La película tiene más acción y más comedia que sus predecesoras, y así mismo vuelve a situarnos en una situación tan al límite como la primera y la cuenta atrás del último gran viaje en el tiempo es sencillamente antológica.

En resumen, una saga sencillamente magnífica. Escritas y dirigidas con un cuidado a los detalles asombroso. Dotadas de un ritmo frenético, de un sano sentido del humor y al mismo tiempo de una emoción más que notable.

viernes, enero 09, 2009

La razón de que las japonesas lleven espada

Ga-Rei-Zero

Un tópico absurdamente frecuente en el mundillo del manga y el anime es el de la adolescente triste y hermosa que se dedica a cazar monstruos. La imagen de una chica con uniforme de marinera decapitando monstruos parece seducirles de una manera que no quiero ni imaginar. Quizás el ejemplo más claro de esa imagen sea el de Blood, pero quiere el azar que en varias de las series que he reseñado en estos últimos días esa imagen se repita (Kemeko, Wasshoi y Chaos; Head). Esta será la siguiente de esa pequeña lista pero, a diferencia de las anteriores, las espadas no están para nada forzadas y no son si no una herramienta más para contar una historia magistralmente narrada.
"Ga-Rei-Zero" va sobre exorcistas, sobre jóvenes que se dedican a cazar demonios con extrañas armas (la extravagancia de algunas de estas armas, así como la mayoría de los recursos cómicos, son quizás lo único que deberían haberse ahorrado) . Pero, ante todo, este anime es la historia de la amistad de dos jóvenes. Dos jóvenes completamente solas en el mundo y obligadas a enfrentarse a un destino cruel y terrible y que, encuentran la una en la otra, la más hermosa y gratificante de las amistades. La relación entre Yomi y Kagura es el motor de la serie y es, sencillamente hermoso, ver los episodios en los que todo les sonríe, es entonces un anime alegre y optimista y de alguna manera logra transmitir a la perfección al espectador los sentimientos que las propias protagonistas sienten. El problema es que sigue transmitiendo estos sentimientos a la perfección cuando el drama aparece, y entonces el anime se vuelve oscuro, angustioso y sencillamente descorazonador. Pero en todo momento es intenso y genial.
La historia esta contada y desarrollada con una naturalidad y perfección que hacía tiempo que no veía en un anime. Todo se sucede con una naturalidad asombrosa, cada acontecimiento es la consecuencia lógica de los anteriores, y todos nos conducen hacia un final que sabemos inevitable. Porque además la mayor parte del metraje de la serie es un flashback, y sabemos como este termina, pero la habilidad del director y los guionistas es tal que consiguen interesarnos mientras nos hacen ver como todo desemboca en un destino fatal. La serie se vale además de buenos trucos narrativos y juega con el lector con un par de secuencias memorables en la que superpone escenas y planos haciendo creer que esta sucediendo una cosa para luego narrar los verdaderos acontecimientos y sorprendernos.
La serie tiene algo de simbolismo, pero no se abusa de él y la dirección en en su mayor parte sobria, dejando sólo los planos más arriesgados y espectaculares para las grandes batallas que plantea. La planificación visual de la serie, con la mencionada dirección sobria para las escenas de personajes y el también indicado acelerón visual de la acción es buena, pero funciona además porque el nivel de la animación es alto y se mantiene durante toda la serie.
El último aspecto técnico a mencionar sería el sónoro, correcto en su mayoría y con algunas piezas del score absolutamente deliciosas, pero que por alguna razón que no entiendo alterna estas en ocasiones con piezas de hip-hop o música disco (música que tampoco queda especialmente bien dentro del contexto de la serie).
Una serie que, en resumen, me ha soprendido muy gratamente. Además de una animación de primer nivel y unas buenas escenas de acción, nos muestra una preciosa historia de amor entre dos amigas. Absolutamente recomendable aunque, eso sí, hay que mencionar que tiene un más que notable componente de gore.

jueves, enero 08, 2009

La épica del Moe

Macademi Wasshoi!

Moe. Esa palabra absurda que en terminos otakus vendría a ser el equivalente a bonita, atractiva o sensual. Pero el moe no se puede definir, se tiene que vivir. Esa es la absurda premisa de esta serie, absolutamente estúpida y surrealista, y precisamente por ello terriblemente divertida.
La serie es una soberana chorrada que, partiendo de la premisa de una academia de magos, parodia brutalmente todos los tópicos del anime de estos últimos años. Wasshoi es una continua avalancha de fanservice, pero este es tan descarado, inocente y carente de perversión que no queda otra opción que rendirse ante él, vaciar el cerebro y disfrutar con la simple y llana exageración de estupideces que esta serie alcanza. Así, es una serie que nos presenta personajes obsesionados con el "nekomimi mode", competiciones de trajes escolares, brujas que coleccionan figuras, todo tipo de cosplays e incluso un surreal "mecha-neko-meido". Pero la serie no se limita a parodiar conceptos, si no que lo hace con series en sí y vemos incluso como algunos personajes acumulan "su cosmos" para enfrentarse a un mecha.
Tecnicamente la serie luce bastante bien. Sus diseños son bastante convencionales pero la animación presenta numerosos juegos visuales y se vale de todos los recursos asentados en la animación japonesa para intensificar la comedia. El trabajo de los seiyuus es excelente y todos parecen disfrutar con unos papeles que les obligan a sobreactuar constantemente y parodiar los papeles que otras veces han tenido que sufrir de mala manera.
No obstante, es una serie dificil de recomendar. Es tan rematamente absurda y estúpida que puede provocar el efecto contrario al que creo que intenta transmitir, una de esas series que seguramente se ame o se odie. Pero, al menos en mi caso, todo ese analgama de tópicos y clichés sobre los otakus y su obsesión por el moe, me ha encantado.

miércoles, enero 07, 2009

Nunca un título describió mejor a su guionista

Chaos; Head

Enésima serie que adapta un popular eroge nipón, presenta bastantes particularidades que la alejan de un género habitualmente féliz y estupidamente colorido. Esta serie no presenta el morbo gratuito e insultante de School Days, pero tiene una orientación que podríamos considerar parecida. "Chaos; head" sería algo así como un cruce entre "Higurashi" y "Wellcome to NHK". La historia es sugerente y, sobre todo, se beneficia por una narración repleta de todo tipo de trampas; la lástima es que finalmente la serie se cree su propia paranoia y se pierde en una grandilocuencia que no hace sino destruirla.
La historia versa sobre un hikikomori que vive encerrado en un contenedor enganchado perpetuamente a chats, animes y juegos online; pronto comenzaran a sucederse extraños crímenes y el protagonista se creera principal sospechos de ellos. Aquí entran en escena numerosas paranoias sobre la realidad y las ilusiones, y aquí la serie se maneja a la perfección, planteando un escenario interesante y lleno de posibilidades. El problema es que toda la caótica paranoia que se nos presenta en la primera mitad de la serie después trata de explicarse, y no funciona. La serie se maneja a la perfección debido a las posibilidades del guión, a sus numerosas trampas narrativas y a la simple curiosidad de un espectador que se sabe en todo momento engañado. El problema es que la serie después trata de explicar pseudocientíficamente como sus protagonistas son capaces de hacer realidad sus pensamientos, e incluso idea una extraña mística para arremolinar el habitual harem de este tipo de productos en torno al protagonista, y en ese momento todo falla. La historia, a ese nivel, deja de ser creible o simplemente aceptable para convertirse un desmadre paródico sin atisbo de parodia. Todo sucede porque los guionistas así lo quieren y uno no sabe en ningún momento ni que va a suceder a continuación ni cuales son las motivaciones de los protagonistas.
Además, esta parte final, narrativamente horrible, presenta todas las batallas, y aquí entra en escena el apartado técnico de la serie, que sencillamente podemos calificar como malo. La serie tiene un buen diseño de personajes -aunque esten marcados por clichés y no sean demasiado originales-, y en sus primeros capítulos presenta una animación bastante decente. Pero la grandilocuencia de sus escenas contrasta con los pocos medios de los que la producción parece haber dispuesto y con lo limitado de muchas de sus escenas. La animación es brusca y además se repiten en demasiadas ocasiones esas molestas escenas en las que sólo el protagonista parece moverse sobre el fondo. Para rematar este defecto, si bien la dirección artística de la serie es bastante buena, toda la imaginieria visual del estudio parece haberse centrado en las imágenes metafóricas, siendo la dirección del resto de escenas bastante convencional.
Así pues, un anime que, si bien en sus inicios resulta interesante, acaba decepcionando. La historia se cree su propio caos y a ello se le une una realización técnica más que discutible.

martes, enero 06, 2009

Simple y llana MAGIA Nintendera

Paper Mario - La puerta milenaria

Estreno etiqueta en mi pequeño blog: "gamecube". La pequeña consola cúbica de Nintendo fue la que me alejó de los videojuegos hace unos años (redil al que sólo el lapiz de la ds me motivó a volver a entrar). No era una mala consola, ni mucho menos, pero coincidió con una época de mi vida en el que no tenía demasiado tiempo y además sus propios juegos habían perdido la frescura de ese mágico salto a las 3D que protagonizaron la gran mayoría de los juegos de la Gran N. Si bien había juegos maravillosos como "Melee", "Symphonya" o "Metroid", otros como "Sunshine" o "Wind Waker" constituían un bajón con respecto a sus antecesores, y además "Resident Evil 4" me pareció simplemente horrendo. Pero en su día no jugue a este juego y hoy, después de haberlo finalizado, no puedo hacer otra cosa que quitarme el sombrero ante la gente de Intelligent Systems (padres de sagas como Metroid, Advance Wars o Fire Emblem) porque el juego es sencillamente una gozada.
Aproximadamente serán unas 30 horas de rol light en el que deambulamos con Mario de un lugar a otro buscando los distintos cristales estelares. Es un desarrollo sencillo, tenemos un escenario central "Villa viciosa" del que surgen tuberías que nos conducen al resto de mapas del juego (generalmente una ciudad rodeada por campo con una mazmorra al final), el camino esta lleno de enemigos y para enfrentarnos a ellos reclutamos a un particular ejército de secundarios (no contamos con Luigi y el resto de secundarios habituales del universe Mario, si no con un reparto nuevo que incluye a una bella arqueologa Goomba, a un temerario Yoshi, a un esforzado Koopa...), tenemos ciudades con secundarios que nos encargaran misiones secundarias, tenemos tiendas con pociones e items, tenemos medallas que harían las veces de armas, tenemos mazmorras con puzles y tenemos terroríficos monstruos de final de fase que ponen a prueba nuestra destreza en los combates. El desarroll es el de un juego de rol normal y corriente con sus puntos fuertes y sus puntos débiles, pero hay tres aspectos que elevan a este juego por encima de la mediocridad monótona de este género y lo alzan hasta la categoría de obra maestra: su humor, su desarrollo y su grafismo.
Este es un juego terriblemente accesible; gran mérito de esto reside en su modo de batalla, relativamente dinámico y variado y -sobre todo- carente del habitual laberinto de combinaciones que ofrecen los juegos de rol más puristas con esferas, niveles, caminos, materias, cartas y demás. Pero si bien jugablemente el juego es una delicia y ofrece un abanico sorprendentemente alto de posibilidades, es en su historia donde encontramos el mayor aliciente. La historia, como es obvio en un juego de Mario, es una chorrada; el villano de turno ha secuestrado a Peach y nosotros hemos de rescatarla, y para ello hemos de conseguir los siete cristales estelares. Pero lo bueno de esta historia es su desbordante sentido del humor (y aquí hay que reseñar también el excelente trabajo de localización del videojuego). Así tenemos cofres que nos repiten siempre la misma maldición y de la cual nos cansamos, una surreal competición de lucha libre en la que Mario se inscribe bajo el pseudónimo de "El Gran Gonzalez", un surreal episodio de detectives en un tren, una legión de "pimpollos" de los bosques, unos villanos absolutamente ridículos, una supercomputadora enamorada de Peach, un Bowser llegando siempre tarde a los escenarios que Mario ha visitado, un Luigi narrándonos una surrealista historia paralela... cada línea de diálogo de este juego está pensada para arrancar una pequeña sonrisa al jugador con un humor paródico, inteligente y sano.
Otro gran punto a favor del juego es su cuidado desarrollo. La aventura se estructura en ocho grandes actos que homenajean distintos clásicos del cine, pero lo interesante de este hecho es que cada uno de ellos es completamente distinto al resto, conformando así un juego terriblemente variado donde las fases no se limitan en avanzar acabando con los enemigos. Así, mientras la primera fase puede ser tradicional y hace las veces de tutorial, pronto nos encontraremos comandado una legión de "Punis", envueltos en una serie de misterios sobre un tren, luchando por convertinos en un héroe de la lucha libre, convertidos en otro ser y enfrentándonos a nuestros aliados o sencillamente inmiscuidos en una serie de grandes batallas.
La gran particularidad del juego, no obstante, es su particular acabado gráfico, donde los personajes son pegatinas que se mueven sobre fondos en 3D y donde su propia movilidad esta impedida por este aspecto en algunos momentos. Como su guión, el juego es colorista, alegre y optimista, y ello no hace si no acentuar la sonrisa que su hilarante argumento nos provoca. No obstante, este particular aspecto es también espectacular a su manera y no deja de sorprender nunca algunos de los efectos de papel que reflejan los enemigos o los ataques, o las propias habilidades extras que Mario consigue gracias a su papirofléxica naturaleza.
En resumen, una auténtica maravilla de juego. Una muy grata sorpresa que escapa al tedio en el que muchas veces caen estos juegos tan largos y que me ha enganchado como pocos juegos.

domingo, enero 04, 2009

Stage 1 - Completed!

One Piece 527 - El infierno Carmesi

Impel Down va a ser muy ruidoso. Ennies Lobby -su equivalente más obvio- nosr presentó una ciudad los enemigos eran la variedad, aquí Oda también jugara con los guardianes de los distintos niveles pero además va a jugar con el terreno. Plantearnos una saga larga ambientada en una red de túneles sería un suplicio, así pues parece que en Impel Down van a abundar los grandes salones y las macabras superficies de recreo para los prisioneros.
La primera la hemos visto, un bosque donde las hojas de los árboles son hojas de espada. Un pequeño ejercicio de sadismo digno de Berserk o de series bastante más macrabas. Es de suponer que, como si fuera una reinterpretación de la divina comedia de Dante (o, haciendo una comparación más posible, la torre de la Red Ribbon en la que Gokuh se enfrentaba al ninja Murasaki, Nº8 y demás) cada nivel nos presente un infierno distinto al anterior y siempre más cruel y terrible. Es una decisión acertada por parte de Oda. Desentonaría con la serie que Luffy se hubiera subido al ascensor con Boa y hubiera descendido hasta donde se encuentra su hermano, no habría sido propio de Luffy, habría desmitificado Impel Down e incluso habría privado a Oda de una aventura con una narrativa practicamente académica. Descenderemos nivel a nivel, y tendremos que ver algo de cada nivel, y eso engrandecerá Impel Down. Quizás nos saltemos algún nivel o haya alguna pausa, pero Impel Down parece un submundo entero dentro de One Piece y Oda tiene una obsesión por los paisajes y las criaturas que imposibilita que ignore la posibilidad de presentarnos pequeños submundos y más monstruos para el particular bestiario de la serie. No obstante, por conocida, esta estructura podría reventar la saga. Afortunadamente en este primer nivel no ha sido así y Oda nos ha dado una muestra más de su particular genio y del estado de gracia que atraviesa la serie.
La pareja Luffy-Buggy funciona tan bien como todos esperábamos. Buggy es un payaso escándoloso, y se ha mostrado que sigue siendo relativamente débil y que es tan mezquino e idiota como siempre, pero es idiota listo y sabe utilizar a la perfección su fruta. Oda ha explicado de paso el funcionamiento de su Bara-Bara no mi aquellos extraños flotamientos que eran tolerables en los primeros capítulos del manga pero cuya "sobrenaturalidad" ahora sin duda eran una espina en el recuerdo del mangaka. Buggy carece de malicia y resulta divertido ver como la ingenuidad y alegría de Luffy no dejan de sorprenderle e incluso le hacen sentir algo parecido a remordimientos. Oda vuelve a valerse de la historia del pirata Jonh, fugazmente mencionada hace 250 capítulos y ahora genialmente usada tangencialmente gracias al paso de la banda por Thriller Bark. La relación entre Luffy y Buggy es rara, pues el primero no parece considerarlo su enemigo por su más que notable estupidez (a pesar de que precisamente el el payaso ha sido quien ha estado más cerca de matarlo), y al segundo parece molestarle más que nada la felicidad y el optimismo del púpilo de Shanks. Pero hay un raro compañerismo entre ambos y Buggy no duda en ayudarle -mientras no hay peligro claro para él- en pago por la ayuda de Luffy.
Luffy mientras tanto sigue comprobando el infierno en el que su hermano se encuentra. Hasta Aokiji los enemigos claros de la banda eran otros piratas, pero el Gran Hermano que reveló el pasado de Robin, la opresión de los tritones, el desprecio de los nobles... todo ello esta convirtiendo poco a poco a la banda en unos completos "antisistema". La idea de la piratería como máxima expresión de la libertad que la serie nos brindaba al principio esta evolucionando y ahora el lector se encuentra más cerca de la ideología de Dragon que de la de Roger. Un pirata debe ayudar a sus amigos, pero un verdadero héroe debe ayudar también a sus desconocidos. Es obvio que Luffy no va a ignorar la búsqueda del One Piece, pero la serie esta planteando una intrahistoria muy sugerente y sería ilógico que toda esta saga a este lado del Red Line acabe de una manera tan simple. Los tres poderes han de desequilibrarse y del caos ha de nacer el nuevo orden. Impel Down o la ejecución de Ace, da igual el escenario, pero los grandes cambios que la captura de Ace presagiaba van a llegar y el tablero de la serie va a cambiar radicalmente.
Y llegamos al nivel 2, donde espera nada más y nada menos que Mr.3. Una incorporación sin duda inesperada. Cocodrile, Arlong... Mr.2, los esperabamos a ellos, pero no al hombre de cera. No era un personaje demasiado carismático pero ahora parece cambiado, su confianza absoluta en su genio ha desaparecido y es una basura humana esperando la muerte. Aquí cobran sentido las palabras de Smoker en las que decía "en el Grand Line, si no se avanza, es lo mismo que estar muerto". Mr.3 era un personaje carente de voluntad o determinación, y ahora en prisión lo sufre. Es por ello por lo que los "sueños" y las motivaciones de Luffy y compañía son tan importantes, porque todos quieren ser los mejores y no estan dispuestos a que nada les frene, eso es lo que verdaderamente les hace libres y fuertes.
Mr.3, no obstante, podría ser muy útil. Una duda que he tenido durante toda esta saga es como iban a librar a los prisioneros de la prisión de sus grilletes de Piedra Marina . Es dificil pensar que la llave de las esposas de Ace las tenga un carcelero débil a su lado, es posible que ni siquiera esten en Impel Down y que cuelguen del llavero del mismísimo Sengoku. Pero Mr.3 ya abrió una cerradura de esas características en Arabasta gracias a sus habilidades y podría volver a hacerlo en esta saga (aunque me niego a pensar que Oda incluyera aquella escena con vistas a esta situación actual, sería demasiado incluso para su genio y creo que vio después esa salida al problema de las esposas y planífico esta saga antes de la minisaga de los Baroque Works). La unión de Mr.3 parece más que evidente (si no no tendría sentido que hubiera aparecido al final), no era una gran personaje y tengo interés por ver como ha evolucionado y como reacciona ante Luffy.

viernes, enero 02, 2009

Porque Brasil ama el heavy-metal

Almah - Fraguile Equality

Cuando Andre Matos abandonó Angra muchos pensabamos que era el fin de esa mítica banda, sin embargo los cariocas consiguieron sobreponerse a aquella terrible herida con la incorporación de Edu Falaschi. Este vocalista ha mostrado estar a la altura de ese monstruo de la voz que es Matos tanto a nivel interpretativo como -y esto es más importante- compositor. Pero además, paralelamente a su trabajo en la más popular de las bandas brasileñas de power-metal, Falaschi ha sacado adelante un proyecto particular llamado "Almah". Un proyecto que no tiene nada que envidiarle a Angra y que compone una de las ofertas más interesantes que el finado 2008 nos ha ofrecido.
En su primer disco, este proyecto supuso la reunión de un buen número de artistas, y ello propicio un disco espectacular pero no tan compacto como este. En esta segunda entrega el cantante brasileño se ha rodeado por los músicos que le acompañaron durante aquella gira, siendo un proyecto mucho más íntimo y natural que el anterior. Así nos encontramos con un Falaschi en estado de gracia, no es ya sólo que su voz sea sencillamente pletórica en este disco, es que a nivel de composición el disco muestra una libertad impresionante. Este "Fraguile Equality" hereda lo mejor del power-sinfónico de Angra, pero Falaschi experimenta un poco con él, recurre a instrumentos acústicos y tradicionales de Brasil y consigue también un sónido un poco más contundente y duro que en ocasiones bordea incluso el "trash-metal".
El disco comienza con "Birds of Prey", un tema perfecto para abrir el disco. Un ritmo impresionante con una bateria que muestra el poderío de la escuela brasileña, unas guitarras que se marcan unos buenos riffs y un pegadizo estribillo que recurre a los siempre útiles coros. "Beyond Tomorrow" muestra un estilo parecido, haciendo si acaso más hincapie en la sinfonía. "Magic Flame" es un tema en el que las influencias de "Helloween" de la banda se hacen más notorias todavía, puro power-metal con un recital instrumental en su corazón y con un estribillo alegre y desenfado. "All I am" es el primer cambio en el disco. Una tristísima balada de medio tiempo preciosista donde destaca por encima de todo el trabajo vocal de Falaschi. "You´ll Understand" cambia por completo, un tema contundente con un trabajo de bajo y batería excelente, y donde se nota más una influencia del metal británico que del aleman. "Invisible cage" es otro buen tema de medio tiempo, aunque no resulta tan rompedor como "All I am". "Fraguile Equality" da título al disco y sorprende con un inicio más propio de Metallica; es un tema sorprendentemente duro y contundente con bastantes cambios de ritmo, una buena canción que lleva al extremo la experimentación del disco. "Torn" comienza como una prolongación del tema anterior, pero poco a poco va navegando hacia territorios más melódicos, un tema bastante interesante. "Shade of my Soul" es otra magnífica y sentida balada al completo servicio de la voz del protagonista. Y el disco se cierra con "Meaningless world", rápida, sinfónica y majestuosa, es un tema que recuerda a los mejores Angra.
En resumen... si bien conocía a Angra desde que me enamoraron hace años con esa mítica canción llamada "Carry on", no tenía conocimiento de este proyecto de su vocalista. Y me he encontrado con un disco magnífico. Terriblemente denso y complejo, pero al mismo veloz y melódico, una verdadera joya del power-metal.

jueves, enero 01, 2009

Tengo memoria de esa melodía

Ef - a tale of melodies

Continuación de la magistral "Ef - a tale of memories", esta serie aborda los hilos que aquella primera entrega del mítico eroge de Minori obviaba y termina de perfilar las historias de los Chihiro, Renji, Kei y compañía. El corazón de esta docena de episodios es, no obstante, aquella misteriosa muchacha de cabellos largos que apareceía como un espectro durante la primera temporada y ayudaba a los jóvenes a resolver sus problemas. Junto a ella el sacerdote, y junto a ellos el músico y la joven entusiasta. Este cuarteto forma un grupo protagonista que además esta fuertemente vinculado a los de la anterior saga pues descubrimos que si sus presentes se cruzan es porque ya lo hicieron sus pasados. En este aspecto la serie apuesta sobre seguro en algunos aspectos al ofrecer suficientes referencias a la serie anterior como para obtener una sonrisa de complicidad del espectador, más aún cuando vemos que Chihiro, Hiro y los demás estan disfrutando de una paz y alegría que sobradamente se ganaron en la entrega anterior. Pero esta parte alegre no es unicamente un recurso fácil de cara al espectador, es necesaria, pues la carga dramática de esta serie es mucho más compleja y grave que la de su predecesora. Si "memories" nos presentaba los primeros amores de unos jóvenes, esta serie se centra en adultos, hombres ya completamente desencantados del mundo y del amor. Es una serie más dura que su antecesora.
En mi opinión no funciona tan bien como aquella obra maestra. Los ingredientes son similares, y por momentos "melodies" alcanza unos umbrales de genialidad deslumbrantes, pero su ritmo es algo más irregular y su tono demasiado oscuro. Las historias que se narrán han subido varios escalones más en el tono de dramatismo, tanto que en algunos momentos parecen demasiado crueles como para ser verídicas. El problema es que las reacciones de los personajes no están a la altura. Renji y Hiro, siendo adolescentes, se enfrentaban a sus problemas con mayor soltura; cierto es que los problemas de Yuu y Kaze son peores, pero algunas de sus reacciones son tan equivocadas que se hacen difíciles de comprender. Así mismo Miki y Yuuko resultan casi abstractas y, a pesar de sus traumas, casi toda su personalidad se reduce a un amor insondable cuya naturaleza u origen nunca llegamos a comprender demasiado bien. Este defecto también se haya en el padre adoptivo de Yuuko, caricaturescamente malvado, e incluso Nagi, demasiado altruista. Es este un importante problema pues, a pesar de la indudable calidad de la serie y la profundidad y emotividad de sus historias, yo al menos no he llegado a alcanzar una empatía con sus actores principales similar a la que "memories" me produjo.
Pero, como en su predecesora, en "melodies" las formas resultan tan importantes que casi eclipsan a la trama. Nuevamente todos los recursos visuales de los que SHAFT es capaz están a la disposición de la historia. Planos abstractos, variaciones constantes de color, simbolismo extremo, alteración de los créditos... todo ello está a disposición de los directores para exagerar visualmente las emociones ya de por sí fuertes que los guiones tratan de transmitir. Como su precuela, "melodies" es una constante experimentación visual donde el espectador en ocasiones puede llegar a perderse. Aquí echamos también en falta algo de evolución; el estilo visual de la serie -dentro de su extravagancia y complejidad- quedó claramente definido en su primera entrega, aquí parece que nos repiten los mismos trucos visuales. Además, como en "memories" hay ocasiones en las que la serie parece más un ejercicio de onanimo visual que otra cosa; si bien en la mayoría de las ocasiones los recursos visuales de esta serie son impagables, en algunas resultan innecesarios y se hacen reiterativos.
Más oscura, menos redonda que su predecesora y carente -obviamente- del don de la sorpresa, es un anime terriblemente intenso y disfrutable. Completamente recomendable.