lunes, junio 04, 2007

Tres maneras de hacer una comedia (2ª parte)

Nagasarete Airantou

Historia alocada, narrativa tradicional

Este un anime harén en el sentido más tradicional de la palabra. Tenemos a un joven -normal, buen tipo y algo inocente y tontorrón- que naufraga y llega a una isla perdida que, por avatares del destino, esta poblada unicamente por mujeres. A partir de ahí es fácil deducir muchas secuencias donde el protagonista acaba perdiendo sangre por la nariz debido a sus deshinibidas compañeras (que, al ser él el único hombre de la isla, van todas detrás de él).
No hay drama ni nada que se le parezca, es una de esas series donde todas van detrás del protagonista pero la amistad entre ellas es más importante. Todo es muy inocente y bonito, no hay lugar para la malicia.
El problema de estas series es que la idea da para pocos episodios y después sólo queda el buen hacer del equipo de la serie, y el equipo tiene que ser muy bueno para que la serie no se agote tras los cinco primeros episodios. En Nagasarete sucede eso. El primer episodio es gracioso, los personajes caen bien, el humor es fresco y descarado, los tópicos todavía no están muy trillados. Pero una vez pasado el tercero ese efecto se difumina, todos los episodios repiten estructura y casi se puede decir que argumento, la serie se reduce a una sucesión de fan-service inocente.
Nagasarete Airantau resulta gracioso al principio, pero no hay historia ninguna y pronto uno se da cuenta de que el producto esta realmente vacío.

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